La actriz británica de 40 años ya está cansada de verse en multitud de fotos y de no poder reconocerse prácticamente en ninguna debido al uso excesivo del retoque fotográfico.
Pues bien, ahora ha decidido meter una clausula más en el contrato que tiene con la marca L'Oreal, en la que especifica que sus imágenes están libres del retoque fotográfico.
“Estas son mis arrugas y este es mi cuerpo”, declaraba la actriz.
¿Marcará esto un punto de inflexión en el mundo publicitario?