La Ronda volvió este miércoles a las calles de Trillo por Navidad
jueves 24 de diciembre de 2015, 13:21h
Cuando terminó su musical recorrido, los trillanos que lo desearon pudieron degustar unas gachas calientes que cocinó para todos Juan Andrés Rodrigo
Mientras bajaba la temperatura en la orilla del Tajo, y la tarde, cálida, se iba convirtiendo en una noche muy fría, a eso de las cinco y media, Juan Andres Rodrigo preparaba la lumbre, las sartenes y los ingredientes para hacer unas gachas, a la antigua usanza, es decir, con harina de almorta, en la Plaza Mayor de Trillo. Buen cocinero y mejor persona, había accedido a la petición de preparar y dar a probar a todo aquel que se quisiera acercar un plato de este manjar de pastores y labriegos, de pocos ingredientes, pero que, mezclados con sabiduría, como fue el caso, resulta insuperable al paladar en los días gélidos en los que sus calorías son bien recibidas.
A Juan Andrés, un poco intimidado por ser el centro de atención, le costó más explicar la receta que cocinarla. “Se hacen con aceite de oliva, que hay que calentar bien en una sartén. Luego, se fríen unos torreznos, y panceta, en trocitos pequeños. Cuando están bien hechas, se sacan y se dejan aparte, y lo mismo se hace con los ajos, pelados y partidos por la mitad, de manera que el aceite ha cogido el sabor de las dos cosas”. Según el cocinero, el secreto es usar la harina de almorta, que se añade al aceite y darle vueltas, añadiendo agua cuando conviene, durante un cuarto de hora sin descanso. Pimentón, sal y tropezones de carne, rematan unas buenas gachas trillanas.
Y mientras Juan Andrés iba haciendo, Eduardo Sardat, el lutier trillano, que hace unos días mostró en un taller cómo se hace una zambomba, había depositado los instrumentos la calorcito que desprendía el fuego de Juan Andrés para que la piel cogiera temperatura y sonara convenientemente. Las caras del propio Eduardo, un chaval al que los villancicos le salen del corazón, y de Andrés Rodrigo, abuelo de 81 años, reflejaban la misma ilusión. Y es que ayer, la banda sonora de la Navidad, la Ronda de Trillo, volvía de nuevo a las calles, después de muchos años. Andrés, con una botella de anís en la mano para darle soporte de percusión aguda al ritmo más grave de las zambombas, contaba que la mocedad de su tiempo salía a partir del día de Todos los Santos a cantar por las calles. “Desde que el mundo es mundo, desde que nació el Niño Jesús, en Trillo había salido la Ronda”, decía. Según Andrés, era costumbre subir a las cuevas, “a calentar la voz”, con vino casero, aguardiente y churú, para luego recorrer musicalmente las calles. “Lloviera o nevara, pasábamos poco frío”, recordaba. El veterano rondallero explicaba que el día de Nochebuena, “se podían juntar mil personas en las calles del pueblo, cantando !Qué alegría!”.
Cuando terminaban las fiestas de septiembre, el doce o el quince, “un amigo mío, Francisco Ochaíta, y un servidor, ya buscábamos las pieles y las maderas para hacer las zambombas, cuanto más grandes, mejor”, decía Andrés. Eran otros tiempos. “Los chavales pedían el aguinaldo, dinero, si podía ser, pero estaba muy escaso. Con los Reyes Magos pasaba lo mismo. Nos traían una onza de chocolate”.
El propio Eduardo, junto a sus amigos del grupo 'Que tiemble el Misterio', han recopilado en un folleto algunos de los villancicos tradicionales, con sus letras, de los que se cantaban en Trillo. Con la guía en la mano, los rondalleros recorrieron las calles como fuera costumbre antaño. Zambombas, almireces, triángulos y botellas de anís en mano, cruzaron el puente sobre el Tajo, y enfilaron la calle del Arzobispo Muñoyerro, en dirección a la residencia. Los abuelos disfrutaron mucho con los villancicos, y no fueron pocos los que se unieron a los cánticos. Desde allí, recorrieron los bares de Trillo para terminar en la Plaza Mayor. A eso de las ocho de la tarde, ya estaban preparadas las gachas. Más de cien trillanos las compartieron, charlando tranquilamente sobre las navidades pasadas, presentes y futuras en la Plaza. No faltaron entre los villancicos el de las 'Doce Palabritas', 'Madre a la puerta hay un niño', o 'San José y la Virgen'. Acompañando a los trillanos en la Ronda estuvieron la alcaldesa de Trillo, Lorena Alvarez, y los concejales Beatriz Muñoz y José María Batanero.