Pero todo tiene un motivo, y es debido a su entorno. Parece ser que, al pertenecer a una familia tan cristiana, no se aceptaba nada de fantasía ni magia.
“Al crecer, no me estaba permitido tener nada de cosas fantásticas o de encantos a mi alrededor. Es gracioso que ahora estoy haciendo algo de un perfume de temática de poción mágica”, comentaba la cantante.
Esperemos que, si no lo ha hecho ya, coja a todos sus amigos y hagan una sesión de Harry Potter ahora que puede.
¿Qué sería de Perry sin su habitual mundo de color y fantasía?