Dos obras del pintor pastranero Juan Bautista Maíno viajan por primera vez a Reino Unido
lunes 22 de agosto de 2016, 22:15h
Se expondrán en la National Gallery
Las dos obras del pintor natural de Pastrana Fray Juan Bautista Maíno ´Adoración de los pastores´ y la ´Adoración de los Reyes Magos´, pertenecientes al Museo del Prado, se exhibirán por primera vez en Reino Unido en una exposición The National Gallery, que tendrá lugar del 28 de septiembre al 29 de enero de 2017.
Los dos cuadros expuestos, que miden más de tres metros cada uno de altura, originalmente formaban parte de un retablo, pintado en 1612-1614 para el altar mayor de la iglesia de los dominicos de San Pedro Mártir, en Toledo.
Según ha señalado el museo británico, el préstamo de estas dos "notables" ofrecerá "una oportunidad única para presentar la obra de un pintor español de talento excepcional cuyo nombre permanece en gran parte desconocido fuera de España".
´Adoraciones de Maíno: el cielo en la Tierra´ coincidirá con la exposición ´Más allá de Caravaggio´, que se inaugura el próximo 12 de octubre. "Las dos adoraciones de Maíno son altamente significativas de la influencia de Caravaggio en toda Europa", ha resaltado The National Gallery.
A la edad de 23, Maíno viajó a Roma, donde habría visto revolucionarias pinturas de Caravaggio en la Capilla Contarelli de la iglesia de San Luis de los Franceses. La obra de Caravaggio claramente dejó una profunda impresión en el joven Maíno y, tanto es así, que continuó pintando en una vena naturalista con la iluminación del claroscuro, incluso después de su regreso a España.
De Pastrana
Hijo de un comerciante de telas, Maíno nació en Pastrana, una ciudad española conocida por su comercio de la seda y la producción. Las dos adoraciones de Maíno responden a las tendencias estilísticas predominantes a principios del siglo XVII, que combinan el naturalismo de Caravaggio con la paleta refinada de Orazio Gentileschi, así como los estilos más clasicistas de Annibale Carracci y Guido Reni.
El retablo de Maíno tardó tres años en completarse, a pesar del contrato inicial que estipulaba que iba a ser pintado dentro del plazo de ocho meses. Mientras trabajaba en el retablo, Maíno tomó votos religiosos y se unió a la Orden Dominicana.