Durante el citado mes, las personas que acudan al Torreón del Alamín en el horario de apertura para visitas turísticas, tendrán la oportunidad de conocer de forma pormenorizada detalles significativos y muy curiosos acerca de la construcción que en su día definía los contornos de nuestra ciudad y los barrios que fueron surgiendo a su amparo.
La vida al otro lado de la muralla. El crecimiento de la ciudad, bajo este singular encabezamiento se presentará al visitante la historia de la muralla que en la Edad Media se construyó con fines militares y residenciales.
La mayoría de las ciudades se amurallaban por motivos defensivos y con el propósito de marcar fronteras territoriales. De la importancia que tuvo en nuestra ciudad y de los restos que hoy quedan de ella se podrán documentar todos los que estén interesados en nuestra historia.
El germen de la ciudad y su muralla fue el Alcázar mandado construir a mediados del siglo IX. Sus muros vigilaban uno de los límites naturales de la ciudad, el Barranco del Alamín, desde el cual hoy en día pueden verse restos de la edificación. Tras muchas vicisitudes y un paulatino deterioro, en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, esta singular edificación fue destruida.