Primera entrega de otoño de “Vive la Opera” en Sigüenza
Este sábado, 12 de octubre, se proyectará en El Pósito, a las 19 horas, la ópera “Lucia di Lammermoor” del compositor italiano Gaetano Donizetti
viernes 11 de octubre de 2019, 07:23h
La iniciativa “Vive la Opera en Sigüenza” comenzó su andadura el 26 de febrero de 2016 con la emisión de “Rigoletto” de Giuseppe Verdi. Desde entonces y siempre con el apoyo del ayuntamiento seguntino, se proyecta en El Pósito una ópera o zarzuela cada mes, con el único parón del verano. Estos conciertos son glosados por la promotora de la idea, Zoila Paradela. En estos más de tres años se han proyectado, bajo este formato, treinta y cinco óperas y zarzuelas con la emisión del próximo sábado, que han contado siempre con el apoyo y confianza de un público entregado.
Para la primera velada operística de este otoño, Paradela ha elegido la ópera en tres actos, “Lucia di Lammermoor” de Donizetti, con libreto de Salvatore Cammarano, basado en la novela “The Bride of Lammermoor” del escritor británico Sir Walter Scott. Los asistentes podrán visionar la grabación realizada en febrero de 2009 interpretada por la orquesta, coro y ballet del Metropolitan de Nueva York, bajo la dirección musical de Marco Armiliato. Durante el entreacto, se ofrecerá una copa de cava al público presente, cortesía de la Asociación de Empresarios de Sigüenza, momento que Zoila Paradela aprovechará para contribuir con sus conocimientos musicales a una mejor comprensión de la obra y su contexto.
Esta ópera se estrenó por primera vez el 26 de septiembre de 1835 en el Teatro San Carlos de Nápoles. En España, un par de años más tarde, el 2 de agosto de 1837 en el Teatro de la Cruz de Madrid. Se puede decir que pocas óperas de este período consiguen una simbiosis tan perfecta entre las estructuras musicales del melodrama romántico (fundadas sobre la base de recitativo-aria-cabaletta) y el ritmo rápido y coherente del libreto, magistralmente concebido por Salvatore Cammarano. Por su parte, el autor, Donizetti, creó una atmósfera sublimemente trágica desde las primeras notas del amenazador preludio, en la que cada personaje mantiene un perfil individualizado.
“Lucia di Lammermoor” plantea un argumento donde la protagonista está enamorada de Edgardo, enemigo visceral de su familia y especialmente de su hermano Enrico. Al principio de la ópera, Enrico realiza una batida, junto a sus hombres, buscando a Edgardo que según parece ronda el castillo para encontrarse con su hermana. Esta aguarda, nerviosa, la habitual cita con su enamorado, acompañada de su confidente Alisa. Cuando llega, Edgardo le explica que debe abandonar Escocia debido a la situación política, aunque antes de partir le arranca un juramento de fidelidad, entregándole un anillo y advirtiéndole que, ante Dios, este acto equivale prácticamente a un matrimonio.
Sin embargo, la ausencia de Edgardo se prolonga y las artimañas de Enrico convencen a su hermana Lucia de la infidelidad de su amado. Raimondo, el sacerdote de la familia, de buena fe, considera que debe obedecer a su hermano y Lucia consiente en casarse con la persona que Enrico ha elegido para ella, un noble rico llamado Lord Arturo Bucklaw. Justo cuando acaba de formalizar su casamiento, irrumpe en escena Edgardo que la acusa de haber incumplido el juramento entre ambos. Lucia, desesperada, enloquece durante la noche de bodas y mata a su marido. Posteriormente cuando aparece ante los invitados, con el puñal en la mano y la ropa ensangrentada, se desvanece. Edgardo, por su parte, humillado, decide dejarse matar en el duelo con su rival, Enrico, que cuando conoce la noticia de la muerte de Lucia, a la que él considera culpable de sus desgracias, se suicida.
“Lucia di Lammermoor” es una de las obras cumbres de Donizetti, paradigma de la ópera romántica por excelencia, en la que los amores trágicos y las incomprensiones sentimentales mutuas concluyen con un desenlace funesto: la muerte de los tres actores principales de la trama. La partitura muestra una perfecta conjunción entre música y texto, desgranando poco a poco los avatares que llevan a la tragedia final, convirtiéndola en una obra maestra, con la que el compositor se coronaría en su época como el rey de la ópera transalpina.
Según el texto extraído del libro “La discoteca ideal de la ópera”, de Roger Alier, Marc Heilbron y Fernando Sans Rivière”, en la ópera “Lucia di Lammermoor”, musicalmente no hay ningún número superfluo, aunque en algunas representaciones se suprima el aria de Raimondo y casi siempre el dúo barítono-tenor del último acto, en principio para dar descanso al tenor antes del aria final. Destacan el modélico dúo entre Lucia y Edgardo por su escritura vocal, intencionalidad dramática e inspiración melódica, especialmente en el pasaje “Verranno a te sull’aure”, sin olvidar la espléndida escena del contrato nupcial, de gran impacto escénico, que contiene el famosísimo sexteto “Chi mi frena in tal momento”. Otro de los números más espectaculares es la “Escena de la Locura” de Lucia, de gran compromiso para muchas sopranos por los constante giros vocales de gran dificultad y en la que Donizetti plasma toda su capacidad evocadora, siempre sobre la estructura recitativo-aria-cabaletta.