Y es que ha sido entonces cuando los desarrolladores de tarjetas gráficas, además del resto de componentes, han defendido estas capacidades ya existentes en los ordenadores, con interesantes ventajas que están motivando a los usuarios (y también a las desarrolladoras) a volverse a fijar en el PC como una plataforma válida para los videojuegos.
La relación entre el ocio electrónico y los ordenadores existe desde hace décadas, si bien fueron los géneros RPG, estrategia y shooter los que más evolucionaron entre ordenadores Intel y plataformas Mac, mientras que las consolas disfrutaban de una mayor rentabilidad con arcades, juegos de plataforma y acción entre sus títulos.
La aparición de consolas como PlayStation One volcó a un gran número de jugadores al mundo de las consolas, viendo que en estas plataformas, más económicas y menos complejas de utilizar, podían disfrutar de videojuegos de calidad y en cualquier género.
Hoy en día la situación es diferente. Los e-sports y el desarrollo de placas y tarjetas de alta tecnología han convertido al PC en una plataforma superior a las consolas más nuevas. Y eso ha provocado que incluso reciba títulos exclusivos.