AstroGuada cumple un año con un amplio bagaje de actividades y medio centenar de socios

Casi una decena de conferencias presenciales y online, cuatro observaciones públicas en Guadalajara, Cabanillas del Campo, Horche y Zarzuela de Jadraque, colaboración activa en los proyectos de astronomía ciudadana y divulgación científica NixNox, Street Spectra y Tess, visita educativa al colegio público ‘Villa de Quer’, talleres de manejo de prismáticos e iniciación a la fotografía astronómica, concurso de dibujo o participación en varias iniciativas solidarias. Son algunas de las actividades que AstroGuada ha llevado a cabo en este primer y convulso año desde su creación.

Constituida el 11 de octubre de 2019 en la asamblea celebrada en el Observatorio de Yebes a la que asistieron una veintena de personas y miembro de pleno derecho de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España (FAAE), la Agrupación Astronómica de Guadalajara cuenta hoy con 54 socios. El pasado sábado, celebró la primera asamblea anual de socios a través de una plataforma online de videoconferencia que renovó los cargos de la Junta Directiva, que ha incorporado a un nuevo tesorero, y aprobó el informe de gestión.

Tras completar su primera órbita al Sol, AstroGuada se siente “satisfecha y expectante” tras lo conseguido hasta ahora y de haber sentado las bases para seguir avanzando. “El hecho de haber visto la luz antes del escenario más anómalo para el movimiento asociativo que han conocido varias generaciones, ha supuesto un freno a nuestras expectativas y limitado las posibilidades de interacción personal, imprescindible para este colectivo y nuestra razón de ser”, arguye Antonio García-Blanco. El renovado presidente de la Agrupación Astronómica de Guadalajara admite que en este primer año “han quedado muchos proyectos ilusionantes en el tintero” por culpa de la actual emergencia sanitaria, si bien reconoce que “ha merecido la pena llegar hasta aquí”. En especial, por la gente “con muchas ganas de aportar” que se ha incorporado a esta aventura. García-Blanco elogia el impacto mediático que ha tenido la agrupación en este primer año, que ha hecho posible que la sociedad de Guadalajara empiece “a familiarizarse con conceptos hasta ahora ignorados como la protección del cielo, contaminación lumínica o ciencia ciudadana”.

El presidente de AstroGuada asegura que esta agrupación no ha nacido como una moda pasajera, sino que “ha venido para quedarse”. Entre otras cosas, porque aspira a servir de “correa de transmisión” de los ciudadanos de Guadalajara, presentes y futuros, que tienen interés por el conocimiento del universo y la astronomía. “Para que encuentren en este colectivo las respuestas a sus inquietudes y necesidades, y vean satisfechas sus ansias de aprender, disfrutar y crecer”, enfatiza. Pero la Agrupación Astronómica de Guadalajara también tiene ante sí un “ambicioso reto” como catalizador de proyectos que pueden situar a nuestra provincia “en el lugar que merece y le corresponde” como uno de los destinos más atrayentes y de mayor calidad del denominado ‘astroturismo’.

De hecho, AstroGuada ha sido el impulsor de la iniciativa para obtener la declaración Starlight para las comarcas de la Sierra Norte y Molina de Aragón-Alto Tajo, que ha arrancado el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha y de varias entidades promotoras. O también el “riguroso trabajo” que desde hace meses realizan los socios coincidiendo con sus salidas para medir la calidad de los cielos en diversos puntos de nuestra provincia en el marco del proyecto NixNox.

La Agrupación Astronómica de Guadalajara es la segunda asociación cultural de vocación científica que existe en esta provincia y, sin duda, la única con una actividad significativa. “Éramos uno de los escasos territorios de España que no contaba con una entidad de estas características a pesar de disponer de uno de los mejores cielos de nuestro país y hasta de la Unión Europea para la observación astronómica”, indica el presidente de la asociación. Que advierte que en Guadalajara todavía quedan “unos cuantos rincones de firmamentos oscuros y sin contaminación lumínica que es necesario y justo poner en valor”.

Precisamente, la defensa y preservación de esos cielos privilegiados para la observación con telescopio y la práctica de la astrofotografía es otro de los fines que preconiza esta agrupación. “Un patrimonio natural al alcance de todos que es preciso proteger y enaltecer para el disfrute de nuestros conciudadanos, vecinos y de otras agrupaciones como la nuestra”, asevera Antonio García-Blanco. Y que puede y debe ser aprovechado para generar sinergias, recursos y oportunidades laborales en los pueblos y comarcas de nuestra provincia en torno al turismo astronómico.