Tras sufrir dos duras derrotas en los dos primeros encuentros de la campaña frente a dos gallos de la competición como Amics Castelló y Lucentum Alicante, el vestuario está "dolido", pero "con ganas de sacarnos las espinas y salir hacia adelante", asegura el uruguayo con pasaporte griego.
El agerrido jugador morado comenta que haber perdido los dos encuentros "fue duro, porque no jugamos bien y porque nos pegaron donde más nos dolía", aunque reconoce que "eran dos de los rivales con mayor nivel de la liga".
Max le ve un doble filo al descanso obligado que ha tenido el equipo este pasado fin de semana "por una parte el parón duele, porque queríamos sacarnos la rabia, pero por otro nos ha servido para hacer una preparación dura y ponernos fuertes mentalmente".
Respecto a las posibles claves de los resultados del equipo, el '5' morado piensa que "debemos creernos más lo que estamos haciendo", a lo que añade "tenemos que imponer nuestro juego, decidir nosotros como se va a jugar".
Pero mirando ya al futuro, el grupo sólo piensa ya en el partido frente a Ávila del próximo sábado a las 20:30 horas en el polideportivo San José, un choque que será difícil ya que los abulenses suman tres victorias en los tres choque que han disputado hasta la fecha frente al Barça 'B', el Plá y el Tarragona. Aún así la entidad del rival parece no hacer mella en los alcarreños, puesto que "ningún rival va a ser sencillo" y casi parece mejor "tener razones de sobra para estar motivados".
Finalmente, respecto al cambio de horario con el objetivo de que los aficionados del CEBA puedan disfrutar tanto del clásico de la primera división de fútbol entre el Real Madrid y el F.C. Barcelona como del encuentro del equipo de su ciudad, Max Solé agradece la modificación del horario y cede ante la evidencia "es complicadísimo competir con un partido como ese, para nosotros y para cualquier otro deporte".