Éxito de público y de representación en la Pasión Viviente de Iriépal

La Pasión Viviente de Iriépal ha vuelto a cautivar al público, transformando las calles de la localidad en una pequeña Jerusalén, donde se recrea los últimos días de la vida de Jesús, desde su última cena y prendimiento hasta su crucifixión.

Más de mil espectadores acudieron a la cita de esta sexta edición celebrada ayer tarde y noche, entre ellos la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, acompañada del primer teniente de alcalde Javier Toquero y los concejales David García y Roberto Narro, que siguieron con el desarrollo de cada una de las escenas.

La alcaldesa de Guadalajara trasladaba al alcalde pedáneo de Iriépal, Andrés Herranz, la emoción vivida con la representación y la felicitación para todos los vecinos de Iriépal que se vuelcan en ella, habiendo conseguido que la misma sea un atractivo turístico singular, como lo demuestra el hecho de que cada año crece la asistencia de visitantes, con esta magnífica puesta en escena para dar vida a la Pasión.

Organizada por la Asociación Cultural 'Cicerón' y el Ayuntamiento de Iriépal, con la colaboración del Ayuntamiento de Guadalajara, la Pasión Viviente de Iriépal nace en el año 2017 y desde sus orígenes ha contado con asesoramiento teatral, siendo la actriz, Ana Vélez, su actual directora artística, aunque todos los actores son amateur y vecinos del pueblo.

Son más de 150 personas involucradas en la representación, interpretando roles como Jesús, romanos, Pilatos, apóstoles, María Madre y María Magdalena. Además, un coro y una banda de cornetas y tambores de la Pasión añaden una dimensión sonora excepcional.

El público ha recorrido los escenarios del pueblo, ambientados en la época. Así en la plaza del Ayuntamiento, es donde representa la entrada de Jesús en Jerusalén y posteriormente el Juicio de Pilatos. Este año se introducía aquí una nueva escena, la de la fe con Caifás haciendo la entrega de monedas para
pagar a Judas y con Claudia Prócula y Junia hablando sobre la fe, para entretener la espera a los pases reducidos de la Última Cena, que tiene lugar en el lavadero, en un escenario interior con atmósfera mágica envuelta en incienso.

En el Campo de los Olivos, un paraje muy cercano al pueblo es donde se representa el prendimiento y oración del huerto.

La parte del Calvario y la Crucifixión se desarrolla en otro paraje a las afueras, sobre un terreno elevado que emula el monte Gólgota, ya bajo la luz de la luna y las antorchas.

Y tras cuatro horas de representación itinerante, al pie de la Cruz, todo el reparto de actores y figurantes, recibió un cálido y largo aplauso del público por esta conmovedora representación de la Pasión, que trasciende la mera actuación teatral y une a todo el pueblo de Iriépal.