Y es que las organizaciones temen que los ataques produzcan pérdida de información (principal valor de las compañías), fuga de información, pérdida de propiedad intelectual... En definitiva, las organizaciones tienen miedo a la continuidad del negocio.
Las nuevas maneras de trabajar y las tendencias en los servicios TI como Movilidad, Cloud o Big Data en las organizaciones, aceleran la toma de decisiones por tener una estrategia corporativa de seguridad.
Lo primero que una organización debe hacer es creer y entender que en un porcentaje muy alto se producen ataques, que muchas veces el ataque ya se ha producido y no hemos sido conscientes, no sabemos quién o quiénes lo han llevado a cabo y todos somos de interés para los ataques, porque todos poseemos información.
Alguien con un alto grado de conocimientos sobre informática y comunicaciones es capaz de acceder a datos reservados, simplemente a través de buscadores o directamente a través del usuario, quién realmente es el eslabón más débil siempre en la cadena de seguridad de las organizaciones.
En la actualidad hay multitud de soluciones que nos ayudan a evitar los ataques para estar realmente protegidos, aunque un uso sensato de la Red siempre es la mejor cura antes que tener que recurrir a expertos.