Los LED ofrecen un funcionamiento de 50.000 horas frente a las 12.000 horas de las lámparas de mercurio.
La instalación de alumbrado público representa de media el 65 % del gasto energético de los ayuntamientos, y acometiendo una actuación energéticamente eficiente pueden reducir la facturación eléctrica hasta un 70% y reducir las emisiones contaminantes.
Habitualmente las luminarias elegidas para la actuación son de la multinacional Philips, que cuentan con todas las homologaciones. También se suele llevar a cabo la instalación de un sistema de control que programa el encendido y apagado del alumbrado a lo largo del año en función de la duración de la noche y de los cambios de hora invierno/verano.
El resultado del cambio de alumbrado público se traduce en utilizar de una forma inteligente la energía, mejorando los servicios y la calidad de vida acometiendo una actuación energéticamente eficiente.