Guadalajara se ha sumado hoy a los actos conmemorativos del XVIII aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Sumándose a la iniciativa promovida por su Fundación, esta mañana, la Glorieta Víctimas del Terrorismo, ha sido escenario de un acto de recuerdo del concejal de Ermua y de todas las víctimas del terrorismo.
Guadalajara forma parte del mapa por la Memoria de las Víctimas del Terrorismo Españolas y es uno de los 132 municipios de España que han nombrado un espacio físico a las víctimas del terrorismo, concretamente, la Glorieta Víctimas del Terrorismo.
Al acto celebrado esta mañana han asistido el alcalde, Antonio Román, el presidente de la Diputación, José Manuel Latre, y el subdelegado del Gobierno, Juan Pablo Sánchez, entre otras autoridades.
Antonio Román ha leído un manifiesto en el que se ha recordado cómo, “hace dieciocho años intentamos salvar la vida de Miguel Ángel, desde la unidad y el sentido cívico y democrático de un país azotado por el terror, hastiad de los asesinos y sus cómplices”.
“Las consecuencias de la dimensión pública de su secuestro y asesinato diseñaron la estrategia más efectiva en la lucha antiterrorista basada en la no negociación con la banda, la aplicación del Estado de Derecho, sólo la Ley pero toda la Ley, la colaboración internacional, la solidaridad con las víctimas y la deslegitimación del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”, ha señalado.
El manifiesto también ha incluido la exigencia de la disolución definitiva de ETA, la entrega de las armas, la deslegitimación e ilegalización de su proyecto y la colaboración con la justicia, sí como el cumplimiento íntegro de las condenas.
Además se ha alertado sobre el terrorismo yihadista, “que sigue amenazando nuestras libertades. Debemos extraer las mejores enseñanzas de la larga lucha contra el terrorismo interno sufrido en España para enfrentarnos a los fundamentalistas de cualquier credo o ideología”.
Se han convocado 32 actos por toda la geografía española para reafirmar la importancia de una memoria ética, social y política “que nos haga más libres y más capaces de resistir las adversidades y construir una convivencia y un país del que podamos sentirnos orgullosos desde el ejemplo permanente de las víctimas del terrorismo”.
El acto ha terminado con la colocación, por parte de las autoridades, de un ramo de flores en la Glorieta Víctimas del Terrorismo.