El correo basura, que existe desde los inicios del correo electrónico, hace complicada en muchas ocasiones una correcta gestión de los mensajes y convierte en difícil leer lo que es válido o no en una bandeja de entrada, pudiendo llegar a llenar la bandeja de mensajes inútiles y no deseados.
Aunque la detección actual en Gmail es muy precisa, pues solo llega un 0.1% de Spam a la bandeja de entrada, la compañía considera que todavía esta “no es perfecta”. Para ello han anunciado herramientas “Postmaster” que buscan filtrar de manera más inteligente el correo no deseado, analizando el texto en sí para ver si contiene datos importantes.
Esto quiere evitar, afirman los desarrolladores de Gmail, que pase por Spam “correos importantes de compañías como bancos o aerolíneas”.