Tras el gran lio que hubo por ver a la cantante chupando un par de donuts en una tienda, Grande pensaba que se había librado de la reprimenda, pues por suerte para ella, el dueño de la tienda no ha querido presentar cargos en contra suya: “El dueño de Wolfee Donuts ha decidido no denunciar a Ariana. Este incidente solo se documentará para que la cantante asista al Departamento de Salud Medioambiental”.
Ya sabéis, si hacéis alguna excentricidad de diva, podéis correr peor suerte que esta pobre chica a la que considerábamos cándida e inocente…