Redacción | Lunes 27 de julio de 2015
Recópolis fue la única ciudad fundada de nueva planta por iniciativa real en el Occidente Europeo y Mediterráneo entre los siglos VI y VIII d.C.
Las Universidades de Harvard (EEUU), Frankfurt (Alemania) y Alcalá (UAH) han comenzado una investigación arqueológica conjunta en el yacimiento de Recópolis (Zorita de los Canes, Guadalajara), uno de los más importantes de la Alta Edad Media Europea y el Mediterráneo Occidental. El proyecto, financiado por las tres universidades, está dirigido por los profesores Michael McCormick, de la Universidad de Harvard, Joachim Henning, de la Universidad de Frankfurt y Lauro Olmo Enciso, de la UAH.
La relevancia de los hallazgos encontrados en esta ciudad visigoda ha llevado las Universidades de Harvard y de Frankfurt a sumarse a la investigación iniciada por la Universidad de Alcalá. Con esta alianza, las tres instituciones pondrán en común nuevas tecnologías y herramientas metodológicas, como la prospección arqueológica geomagnética, que permitirá investigar con técnicas no intrusivas las zonas no excavadas de Recópolis (que suponen el 85% de las dimensiones de la ciudad), y realizar un muestreo de diferentes yacimientos del entorno rural para detectar nuevos espacios urbanísticos, localizar e interpretar las áreas productivas que tuvo Recópolis y conocer las dimensiones, características y funciones de los asentamientos rurales, así como su vinculación a espacios agrícolas y ganaderos. A los potentes equipos tecnológicos, el personal especializado en la prospección geomagnética y el procesamiento y análisis posterior de los datos aportados por las Universidades de Harvard y Frankfurt, la UAH sumará su experiencia en el área de la Arqueología, el personal especializado en la prospección arqueológica y en la elaboración de modelos digitales del terreno, así como los datos obtenidos en las investigaciones arqueológicas y paleoambientales realizadas en Recópolis y en los diferentes lugares a prospectar
Un conjunto urbano único en su época
Recópolis fue la única ciudad fundada de nueva planta por iniciativa real en el Occidente Europeo y Mediterráneo entre los siglos VI y VIII d.C. La ordenó construir, en el año 578 d.C., el rey visigodo Leovigildo, y constituye el ejemplo más preciso del urbanismo en este periodo, así como de la consolidación y de la pujanza que alcanzó el reino visigodo de Toledo. Las investigaciones arqueológicas, dirigidas por el profesor Olmo y financiadas por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha que se vienen realizando en los últimos años, se han centrado en la excavación de la ciudad y el estudio de su territorio, y han descubierto un conjunto urbano de unas dimensiones de 30 hectáreas, con construcciones hasta el momento únicas en el contexto europeo de esa época. Entre ellas destacan el Conjunto Palacial de mayores dimensiones de Europa occidental entre los siglos VI y VII d.C, constituido por edificios con funciones administrativas, judiciales, económicas, áreas de almacenes, fábrica de moneda, así como espacios residenciales para las elites y aristocracias urbanas, junto a la iglesia palatina de mayores dimensiones de la península ibérica. La presencia de dos grandes edificios destinados a actividades comerciales y artesanas, hasta el momento sin parangón en el occidente de la época, muestran la existencia de talleres de orfebres, de fabricación de vidrio, de tiendas donde se comercializaban productos procedentes de diversas zonas del mediterráneo y de Oriente. Una imponente muralla rodeaba la ciudad, en cuyo interior también se han documentado viviendas pertenecientes a grupos de diferentes niveles sociales; cisternas para el suministro de agua; así como diferentes calles. También hay que destacar la existencia del único acueducto construido en esa época en Europa occidental y que llevaba agua al Palacio. Toda este trabajo se completa con un estudio de la región de Recópolis, desarrollado a través de sucesivos Proyectos de Investigación del Plan Nacional de I+D, dirigido a estudiar y definir la articulación territorial a lo largo de los diferentes periodos históricos que en ella se sucedieron -visigodo, árabe y cristiano-. Aspectos todos ellos que están contribuyendo, de forma notable, a entender las características de las diferentes sociedades que se asentaron en ese territorio, a través del descubrimiento de sus espacios de asentamiento –aldeas, poblados, granjas, etc…-, de sus sistemas de explotación agrícola y ganadera, todo ello en relación con la ciudad.
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