La hermandad del Cristo, eje de la fiesta religiosa de Quer, es el colectivo más antiguo de la Villa
Redacción | Miércoles 12 de agosto de 2015
Las fiestas de Quer comenzarán este año el próximo día 29 de agosto. Un día después, la Hermandad del Cristo, el colectivo más antiguo de la Villa, bajará la talla que venera del Altar Mayor para colocarla sobre las andas y poderla así llevar en procesión el viernes, 4 de septiembre, cuando la localidad conmemora el día del Santísimo Cristo de la Misericordia. La celebración del día 30 de agosto comienza a las 11:00 horas de la mañana, con la Misa Mayor en la Iglesia de Santa María la Blanca. En el año 2008 se instauró una ceremonia nueva que consiste en el traspaso del cetro entre el hermano mayor entrante y el saliente. Volverá a realizarse de nuevo en 2015. El hermano entrante en el año 2015 es Ricardo Duque, y el saliente Javier Simón Lamparero.
La devoción hacia el Cristo de la Misericordia, representado en la referida y maravillosa talla policromada del siglo XVII, se pierde en el tiempo. Según cuenta la leyenda y el propio himno del Cristo que se canta en Quer, a la imagen morena que llevan en andas los seteros “la trajeron de las Américas”. Desempolvando datos entre los recuerdos de la Villa, hay que decir que la fiesta del Cristo siempre se celebró el día 14 de septiembre hasta que a finales de los años sesenta la Hermandad del Cristo, en torno a la cuál siempre ha girado la tradición de la fiesta mayor de Quer, decidió un cambio de fecha y su traslado al primer fin de semana de septiembre. Pocos años mas tarde, en 1970, se institucionalizó la fiesta profana cuya muestra principal fueron los festejos taurinos. En el año 1985 el Ayuntamiento, por cuestiones económicas, suprimió los toros de la fiesta.
Otro dato interesante que merece la pena subrayar en este día tan especial en la Villa de Quer es el de que desde 1914, y de forma ininterrumpida, la fiesta mayor de Quer tiene música. Cuentan también que los hermanos enterraron la imagen del Cristo durante la Guerra Civil para evitar su destrucción.
Aún hoy, y desde aquel lejano año de 1914, los músicos salen los días de la fiesta a florear el despertar de los seteros con su música itinerante en un lucido toque de diana. De igual forma se mantiene la costumbre de acompañar con música al hermano mayor y al alcalde de camino a la iglesia.
Hasta hace muy poco tiempo ha sido la Hermandad del Cristo la que sufragaba todos los gastos principales de la fiesta, incluida la música. Desde el año 2003 el Ayuntamiento asumió los costes, lo cual no quiere decir que la Hermandad haya perdido su presencia en Quer. La tradición y la devoción por el Cristo de la Misericordia es solemne en Quer. Esta organización tiene en la actualidad 124 hermanos y está regida por un secretario, un tesorero y un abad que siempre es el párroco local, ahora Alfonso Olmos. El presidente es siempre “Hermano Mayor”, que va rotando anualmente, y dos alguaciles.
En la tarde del día del Cristo, este año el 4 de septiembre, los hermanos pujan por dos veces en la subasta que acontece antes de comenzar la procesión. La primera es para llevar su figura en andas y para portar sus diez cintas. La segunda es para recoger la imagen dentro de la Iglesia. Curiosamente, el pago de la subasta se realiza en el año siguiente a la puja. Después de la subasta El Cristo sale en una procesión solemne y llena de respeto y devoción, por las calles de Quer. Parte, a hombros, desde la Iglesia en dirección a la Plaza Mayor, subiendo después por la calles Colón, Cervantes y Felipe IV. El recorrido retorna entonces de nuevo a la Plaza Mayor y la Iglesia. Finalmente la talla vuelve a ser colocada en su sitio, en el Altar Mayor.
La procesión termina con el canto respetuoso y sentido del himno del Cristo. Se puede reconocer a los hermanos de la Cofradía del Cristo por su distintivo, una cruz con lazo rojo, que antiguamente era obligatorio llevar para entrar en Misa y para tener acceso al convite que ofrece el hermano mayor después de la Misa del día después del Cristo en honor a los hermanos difuntos. El día siguiente se celebra la Misa en honor de los hermanos difuntos. Según manda la tradición, no puede faltar a ella ninguno de los miembros de esta institución.
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