ALMA CORAZÓN Y VIDA

Sigüenza ya está de fiesta

Redacción | Jueves 13 de agosto de 2015
Anoche, al filo de las 22:00 horas sonaba el cohete anunciador que le dio paso a lo más granado de las fiestas de la ciudad del Doncel

La alegría peñista abrió ayer las nubes que cubrían la ciudad del doncel y que amenazaban con aguar la fiesta. Nada más lejos de la realidad. El buen ambiente, la camaradería y el mejor humor las deshicieron con su intensidad, dejando paso a una madrugada musical en La Alameda y en las peñas de la ciudad.

En una tarde de agosto típica seguntina, en la que a las ocho de la tarde la temperatura era de 25 grados, cientos de seguntinos se acercaban hasta la Avenida de Juan Carlos I para abordar las carrozas que habían preparado, once en total, o simplemente para seguirlas. A partir de las siete y media, Policía Local, voluntarios de protección civil y Guardia Civil cortaban el tráfico para darle la bienvenida a lo más granado de las fiestas de San Roque y de la Virgen de la Mayor.

La primera de las carrozas era la que transportaba la blancura de reinas y damas. Y detrás el resto, con escoceses, hippies con furgoneta Volkswagen incluida, piratas, un escudo gigante de la ciudad… y también cientos de disfraces individuales, como una fotografía a tamaño real de la reina de las fiestas del año 1972 que le hizo, Jesús Canfrán, a su madre, Angelita Tamayo, escoceses con sus kilts, una docena de Cruelas de Vil, a los que acompañaban cientos uniformes peñistas, monstruos, princesas, gansters, boxeadoras… Delante de cada carroza, sus músicas, de manera que el kilómetro de longitud que llegó a tener, contaba además de con todos los colores imaginables, con todas las músicas.

Dejando atrás la Plaza de Don Hilario Yabén, la carroza de las reinas y las damas comenzaba a tener el fondo de la catedral, componiendo bellas estampas. Las guapas seguntinas, todas radiantes, disparaban confeti que luego caía suavemente sobre las calles y, siempre con la carroza detenida, lanzaban caramelos para los niños, de acuerdo con la instrucciones de seguridad.

Pasadas las nueve de la noche reinas y damas llegaban hasta la Plaza Mayor. Sucesivamente lo iban haciendo el resto de los vehículos, de manera que cuando dieron las diez, la Plaza Mayor era un hervidero de alegría y cánticos, con representantes de las más de 40 peñas que hay en la ciudad.

La ciudad tiene ganas de fiesta, y eso se notó en una Plaza Mayor abarrotada. Minutos antes de que sonara el chupinazo, cerca de 2.500 personas llenaban el lugar con su algarabía, en un ambiente excepcional.

Una vez hubieron llegado a su destino todas las carrozas y peñas, el alcalde de la ciudad, José Manuel Latre, que había precedido la caravana ataviado con uniforme peñista velando por la seguridad del desfile, tomaba la palabra desde la balconada del Ayuntamiento para desear unas felices fiestas a la muchedumbre. Después, sucesivamente, tuvieron idénticos deseos para los seguntinos la alcaldesa infantil, Clara Calvo, y los representantes de las peñas, que este año han sido las peñas El Chingui y Siroko. Fue la reina de las fiestas, Laura Sierra, quien se encargó de preludiar el chupinazo. “Os deseamos que las fiestas sean un lugar de encuentro y diversión, y queremos agradecer a las peñas seguntinas su participación con entusiasmo e ilusión”, dijo, antes de dar los vivas tradicionales a San Roque, la Virgen de la Mayor, a las peñas, a las fiestas y a Sigüenza. Un representante de la peña Siroko, prendió la mecha del cohete que voló bien alto al cielo doncelino, ya casi estrellado. Sigüenza está de fiesta.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas