La devoción por la Virgen del Campo recorrerá de nuevo las calles de Trillo

Las misas, procesiones y romerías en honor de la Patrona de Trillo sobrecogen por su sencillez y, sobre todo, por su solemnidad

La semana comienzan los actos religiosos más tradicionales en honor a la Virgen del Campo, patrona de Trillo. Todo comenzó el primer fin de semana de agosto, cuando la imagen de la Virgen del Campo fue depositada en la Iglesia de la Asunción. Este año, los mozos de Trillo la llevaron a hombros hasta la Iglesia. “Desde entonces hay un goteo constante de vecinos que entran en la Iglesia para pedirle y darle gracias, o simplemente a verla y saludarla”, apunta Santiago Jiménez, el párroco local. El próximo día 30 de agosto comenzará la Novena “en acción de gracias por tantas bendiciones como ella derrama sobre nosotros”, dice Don Santiago, que así es como le conoce la mayoría de los vecinos del pueblo.

La devoción y el respeto hacia Nuestra Señora Del Campo son imponentes, de pocos alardes, pero sinceros, como lo es también el paisanaje. Durante la ceremonia del día 7 de septiembre termina la novena. Poco después la Virgen sale de la iglesia en andas, a hombros de sus devotos fieles y recorre las calles de Trillo.

Desde hace ya once años, la Virgen del Campo cruza en procesión el bello puente sobre el Río Tajo, emblema de la localidad, y llega hasta La Fuentecilla. La procesión es muy solemne. La banda pone la música durante el recorrido, pero en los momentos de silencio se palpa el sentimiento de Trillo sin que medie palabra. “He visto a gente llorar”, dice el sacerdote. A la procesión acuden fieles de muchos sitios, “y he observado que los visitantes que no vienen específicamente a la procesión, cuando pasa la imagen palpan el ambiente y la devoción con el máximo respeto”, prosigue.

El día 8 de septiembre los vecinos de Trillo vuelven la imagen de la patrona a su lugar. Los actos religiosos comenzarán a las diez y media de la mañana con una Misa rezada. Al terminar la ceremonia la imagen saldrá sobre las andas, y será llevada a hombros hasta la Ermita de San Roque. Después, los trillanos la subirán andando hasta la Ermita de la Virgen del Campo. Este año, será a hombros también, sin ayuda de carro. “Llevamos unos años en los que hacemos una Misa Campera porque la presencia de fieles desbordaba con muchas creces la capacidad de la Ermita”, explica Don Santiago. La Misa está presidida por las autoridades civiles y por muchos sacerdotes trillanos que acuden ese día a la Misa de la Señora. Es un acto muy emotivo. En torno al millar de personas se reúnen a la vera de la patrona de Trillo. Después de la Misa hay una procesión por el entorno de la Ermita, que termina con la subasta de las andas y con el canto del himno. Poco después la Virgen vuelve a ocupar su lugar, y queda allí hasta el primer sábado de agosto del año venidero.