Un grupo de personas a favor de los derechos de los animales decidieron aparecer por el evento con carteles y a grito limpio: “Shame on Rihanna”.
La artista es una de esas a las que no le importa mucho llevar las pieles de un animal muerto, tal y como comentaban los propios activistas.
A la de Barbados no le quedó otra que poner buena cara e intentar pasar el mal trago.