Hace unos días veíamos cómo el abdomen del cantante ha vuelto ha ser decorado. Para ser más exactos, justo encima del ombligo, con un tattoo con el título de su próximo CD, 'Purpose', a la venta el 13 de noviembre.
Y claro, qué mejor promoción que subir una foto a su perfil de Instagram mostrándolo y dejando boquiabiertas a sus seguidoras por lo provocativo de la imagen.
Pero no, esto no podía acabar aquí. Tras romper todos los récords con el primer sencillo del álbum, el regreso de Bieber no podía estar exento de polémica, y una foto algo subida de tono no bastaba...
Por ello, los paparazzi le han perseguido hasta Bora Bora, donde el canadiense ha disfrutado de unos merecidos días de descanso con la que se rumorea es su nuevo amor. El caso es que Bieber, ni corto ni perezoso, se zambullía en la piscina de su bungalow como Dios le trajo al mundo.
Los ávidos fotógrafos han captado las imágenes del joven, que ya se han convertido en todo un fenómeno viral. En las instantáneas se puede ver a Bieber en todas las posiciones, y es que tal y como se puede comprobar en las imágenes, el descuido ha sido "monumental".
¿Pero cómo puede ser que alguien que borró una foto en la que salían sus posaderas tenga tal descuido? Si echamos la vista unos meses atrás, al pobre se le criticó por su anuncio de CK: que si ese no era su cuerpo, que si mucho photoshop, que tenía relleno en...
¿Es posible que el propio Justin haya planeado todo esto para dejar bien claro que tiene más que un buen cuerpo y que va bien armado? Sea lo que sea, hasta su propio padre se ha mostrado orgulloso de estas imágenes, mientras que su hijo ha desviado la atención mostrando la portada de su esperado álbum.