Horche se convierte en Municipio Taponero para apoyar económicamente a los niños enfermos que necesitan ayuda especial

“Tapones para una nueva vida” es el nombre de la campaña de recogida de tapones de plástico auspiciada por la Fundación Seur

El Ayuntamiento de Horche se ha convertido en uno de los cientos de Municipios Taponeros que en España apoyan la iniciativa “Tapones para una vida”, consistente en la recogida de tapones de plástico para ayudar a los niños enfermos con dificultades. La campaña se centra en la colocación de contenedores en lugares estratégicos del municipio, donde los ciudadanos pueden depositar los tapones de plástico de sus envases. En el caso de Horche se han instalado de momento dos recipientes de recogida, uno en el Ayuntamiento y otro en la Casa de Cultura.

Como se explica en los carteles distribuidos en los lugares de recogida, los tapones recolectados serán transportados gratuitamente por la Fundación Seur, que se encarga de transformarlos en dinero con el que ayudar a niños con problemas de salud. En este mes de octubre, la campaña se ha centrado en Pedro, un niño de la localidad de Arroyomolinos que necesita una rehabilitación especial para mejorar su calidad de vida.

Los tapones de plástico que pueden depositarse en los contenedores son prácticamente todos los que se utilizan de manera habitual en el hogar. Tapones de productos de alimentación: como botes de cacao, de kétchup, de leche, mantequilla, batidos, zumos o agua mineral, entre otros muchos. También tapones de envases de productos de higiene personal como champú, crema, colonias, toallitas o talco, así como de productos de limpieza (detergente, aerosoles, lavavajillas), material escolar (tapones de bolígrafo, rotulador o pegamento) y otros como los tapones de las bombonas de gas o las garrafas.

Con esta iniciativa, desde el Ayuntamiento se pretende llevar a cabo acciones solidarias que, como asegura el acalde de Horche, Juan Manuel Moral, “ayuden a los más débiles, como son los niños con problemas de salud, a superar sus enfermedades. Lo que nosotros tiramos por inservible puede salvar una vida. Un gesto tan sencillo de cada uno de nosotros, como es quitar un tapón y echarlo a un contenedor, puede servir para algo muy grande. Estoy seguro de que los horchanos van a responder a esta llamada con mucha generosidad”.