Según ha explicado el departamento que dirige María Seguí, la normativa actual en materia de tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad ya contempla y permite la realización de estas pruebas de investigación, pero el progreso tecnológico de la industria automotriz está permitiendo diseñar y desarrollar dispositivos y vehículos que por su propia naturaleza pueden realizar una conducción plenamente automatizada.
Por este motivo y para garantizar las posibilidades de mejora que dichos ensayos aportarán a la seguridad vial e impulsar la industria de automoción y la inversión en investigación en España, se ha redactado dicha instrucción, en la que se detallan los requisitos necesarios para solicitar dichas pruebas, así como una clasificación de este tipo de vehículos en función de su nivel de automatización.
La DGT ha señalado que, con esta iniciativa, el país se sitúa entre los primeros que apuestan por el desarrollo de este tipo de tecnología, definiendo un marco de pruebas estable que pueda permitir, fomentar y atraer la realización de pruebas de vehículos de conducción automatizada que mejoren la movilidad haciéndola más segura y sostenible.