Dicha tecnología permite entender la manera en que trabajan los diferentes grupos de neuronas interconectadas para realizar ciertas funciones concretas del cuerpo humano. Recientemente se ha probado esta tecnología en ratones para intentar manipular los circuitos neuronales que participan en los mecanismos de la percepción dolor. Ésta es una técnica experimental, que necesita la modificación del ADN de las neuronas responsables para conseguir que se activen o desactiven a voluntad. Para esto, se usa la técnica de pulsos de luz LED incorporado en el implante.
Los líderes del grupo de investigadores han demostrado que los implantes se pueden llevar durante largos periodos de tiempo sin limitar la función motora ni dañar los tejidos neuronales. Pero las técnicas actuales todavía restringen su uso a zonas del sistema nervioso cercanas a partes resistentes del esqueleto humano, tales como huesos o cráneo.
Debido a la posibilidad de activar el implante de manera inalámbrica, se prescindiría así de los inconvenientes de la optogenética con fuentes de luz externas, ya que este dispositivo cuenta con una antena diminuta y flexible que capta energía de las señales de radiofrecuencia para alimentar el implante.
Las pruebas llevadas a cabo en roedores, permitieron detectar el grupo de neuronas responsables de los comportamientos relacionados con el dolor crónico, y a la par, la posibilidad de transformarlas en fotosensibles para su activación y desactivación por pulsos del luz LED.
Los datos suministrados ayudarán a los investigadores a comprender más profundamente el mecanismo que produce dolor, para crear nuevas terapias que utilicen la optogenética para reducir el dolor crónico en los pacientes.