El Grupo de Encajeras de Horche, en colaboración con el Ayuntamiento, han convocado el próximo sábado 21 de junio a las encajeras de las provincias de Madrid y Guadalajara para participar en el XIIIº Encuentro de Encajeras de Horche. En la edición anterior participaron 180 encajeras y encajeros llegados de las dos provincias que mostraron a todos los asistentes su habilidad en el difícil arte del manejo de los bolillos. Este año se prevé que la cifra de participantes sea igual e incluso superior a la del año anterior, lo que convertirá a la localidad de Horche en la cita obligada de los amigos de esta ancestral y artesanal técnica de tejer.
El Encuentro dará comienzo a las 11 de la mañana en la Plaza Mayor con un recibimiento de los participantes, a base sangría y bollos, para coger fuerzas. Acto seguido se abrirá la exposición de trabajos del Grupo de Encajeras de Horche en el salón de actos del Ayuntamiento, que permanecerá abierta hasta las 14 horas, momento en que se dará por finalizado el Encuentro.
"Para el pueblo de Horche es muy importante este encuentro que ya tiene trece años de vida", asegura la concejala Eva González, " es una buena manera de trabajar para que sigan vivas nuestras tradiciones y al mismo tiempo es un buen reclamo para que los turistas se animen a venir a Horche y, una vez aquí, además de ver cómo se trabaja con los bolillos en la Plaza, visiten nuestras bodegas, nuestros establecimientos hosteleros y nuestros monumentos".
Durante las tres horas de actividad, las mujeres y los hombres que practican esta técnica elaborarán sus trabajos a la vista de todos los que decidan acercarse a Horche y contestarán a todas aquellas preguntas que les hagan los visitantes. La participación de los artesanos y artesanas es completamente altruista y sólo recibirán a cambio un presente por parte del Ayuntamiento de Horche, consistente en un tarro de miel. Con este tipo de encuentros las encajeras pretenden dar a conocer su trabajo, despertar el interés general sobre un tipo de artesanía que forma parte de la cultura castellana y animar a los visitantes a que se apunten a las distintas escuelas y asociaciones y practiquen los bolillos, para garantizar así la continuidad del oficio.
Tras la muestra de trabajos y de los talleres, todos los participantes participarán en una comida de hermandad a celebrar en un restaurante de la localidad.