ALMA CORAZÓN Y VIDA

Los Hermanos Pérez de Sigüenza Dos Soles Repsol

Redacción | Miércoles 13 de enero de 2016
El Restaurante El Doncel ostenta desde el mes de noviembre la distinción de la Guía que supone la ratificación de su proyecto personal y profesional

El Restaurante El Doncel ha logrado la distinción de los dos soles de Repsol. Su jefe de cocina, Enrique Pérez, lo reconoce como un premio al trabajo y la dedicación “de muchos días” y a su política de “no bajar la guardia en ninguno”.

Los Dos Soles brillan ahora con especial intensidad en el local del Paseo de La Alameda de Sigüenza, después de “unos años duros para el sector hostelero”, pero también porque suponen la ratificación del proyecto personal, vital, de los Hermanos Pérez, el propio Enrique, y Eduardo, jefe de Sala.

Los Dos Soles Repsol aseguran la calidad, en la cocina y en el servicio, de los restaurantes a los que distinguen. “Para nosotros es un honor que cuando un viajero se deja aconsejar por una guía de reconocido prestigio, como es la Guía Repsol, nos encuentre como referencia gastronómica”, valora Enrique. Y para Sigüenza también es importante contar con distinciones de este calibre, que son un reclamo para el turismo que se mueve por la gastronomía. “La hostelería y restauración de un lugar, tienen atractivo de forma individual, pero también como conjunto de oferta”, opina Eduardo.

Los propios restauradores desconocen el proceso de calificación mediante el que son reconocidos por la Guía Repsol, basado siempre en la fórmula del 'cliente misterioso'. “Los inspectores no se identifican. Pueden formar parte de un grupo, acudir al restaurante en pareja, o en solitario”, explica Enrique. La publicación hace un seguimiento durante meses y con varios críticos. “Se ponen de acuerdo para comprobar que lo que han visto unos es lo mismo que ha percibido el resto. Todos tenemos días malos y muy buenos, de manera que el seguimiento periódico asegura la calidad del trabajo diario”, valora el jefe de Cocina.

Mantener el perfil de calidad, tanto en cocina como en servicio, “implica creer en tu proyecto y defenderlo contra viento y marea, implica no tirar la toalla, incluso habiendo pasado años duros en lo económico e implica contar con un equipo que aplica a lo que hace el mismo entusiasmo que nosotros”, añade Eduardo.

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