Con el encendido de la tradicional hoguera de vísperas, la Misa del santo y bendición de los animales
Redacción | Domingo 17 de enero de 2016
La localidad de Escariche ha celebrado este fin de semana su fiesta patronal de San Antón. Ayer, a partir de las siete de la tarde, cuatro originales y fantasmagóricos cabezudos hacían su aparición en la Plaza Mayor. Los niños jugaban con ellos y se hacían fotos, entre curiosos y asustados, a la vera de la enorme pira de leña que se iba a prender después.
La había preparado el Ayuntamiento, con ayuda de algunos vecinos del pueblo. Su estampa imponente dominaba la coqueta replacita que hay frente a la Casa Consistorial, con el Palacio de los Polo a un lado y la iglesia de San Miguel Arcangel al otro.
Al filo de las ocho de la tarde, y como es tradición, la alcaldesa de Escariche, Carmen Moreno, era la encargada de prender la hoguera, que acumulaba madera de encina en una altura de casi tres metros.
Antes de encender el fuego, la temperatura no superaba por mucho los cero grados. Después, subía hasta casi los veinte en el entorno de la Plaza. Escariche se dio cita alrededor de las llamas para celebrar la fiesta del patrón del pueblo. Allí estaban Luis Moreno y Pedro Calvo, recordando cómo fue una de las mayores hogueras de San Antón que se recuerda, la del año 1956. “Habíamos empezado a prepararla un año antes, cortando un olmo y unos almendros que nos habían cedido para que la leña estuviera bien seca”, decía Julio. “Antes no teníamos medios, así que el acarreo teníamos que hacerlo con animales de carga y a mano”, añadía Pedro, algo menor que él, pero que recuerda bien aquella noche de hace ahora sesenta años.
La maderada era responsabilidad del Ayuntamiento, pero también, muy especialmente, de los quintos, que competían entre sí por hacerla más grande y espectacular que sus predecesores. “La tuya fue muy nombrada. Erais una quinta fuerte”, le decía Pedro a Luis.
Entonces la costumbre era que una vez bajaban la estatura del fuego, los escaricheros cenaran juntos asando productos de la matanza en los rescoldos de la lumbre. Ayer el Ayuntamiento repartió entre los presentes siete kilos de chorizo, otros tantos de morcilla y careta de cerdo y ocho de panceta, con pan, para, añadidos a lo que ya traían ellos, compartir “mesa y mantel”, al calor de las ascuas. Los organizadores habían comprado las viandas en la carnicería Rimo, de Mondéjar. Las familias de escaricheros compartieron también el vino de la bota, que ya pasaba de mano en mano mientras la leña se deshacía en el fuego, convirtiéndose en ascuas. “Antes probábamos el vino del año que se hacía en los cocederos de Escariche”, recordaba Pedro.
En el San Antón de 1956, la quinta de Luis trajo incontables sacos de paja, “para que ardiera bien la leña que aún no estaba seca”, recordaba el escarichero. Al calor de la lumbre, y del vino, aquella noche, y también ayer, se cantaron algunas jotas. Luis era uno de los rondalleros habituales del pueblo y también el autor de algunas de las coplas más sonadas. Entonces había quienes entendían bien el laúd, la guitarra y los panderos. Una de las más famosas decía así: “Vamos a coger olivas, a los olivos de tu abuelo, tu coge las de arriba, que yo cojo las del suelo, que viendo lo que se ve, no me dejo ninguna, aunque sea mirando al cielo”.
En ningún pueblo hay onomástica sin dulce. En Escariche se cocinaba la torta de chicharrones, y también mantecados y rosquillas, hechas con el excelente aceite de oliva que se prensaba en el pueblo porque “aquí hubo hasta dos molinos en tiempos”, recordaba Pedro.
La alcaldesa y los concejales, Carlos Fernández, Teresa Sacristán, Pablo Montejano y José Cuellar se encargaron de organizar la fiesta en los días precedentes. En la mañana de hoy ha tenido lugar la Misa de San Antón, con la correspondiente bendición de los animales, en una localidad tradicionalmente agrícola y ganadera. Acompañando a los escaricheros en la celebración de la fiesta patronal de San Antón estuvieron la alcaldesa de Fuentenovilla, Montserrat Rivas, y el alcalde de Yebra, y diputado provincial, Pedro Sánchez.
Navidades
En las pasadas navidades, el Ayuntamiento de Escariche recuperó algunas tradiciones, e implementó actividades con las que quiere dinamizar este periodo en la localidad. El día 31 de diciembre se corrió la I San Silvestre de Escariche. Los escaricheros organizaron una marcha de once kilómetros, de ida y vuelta hasta la Peña Parda, ya en término de Fuentenovilla. Y esa misma noche, se comieron las uvas y brindó por la llegada del año a la vera del reloj del Ayuntamiento. Otra de las bonitas tradiciones que se ha recuperado en 2016 ha sido la Cabalgata de Reyes. Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron las calles de Escariche, haciendo escala en todas las casas con niños para hacerles un regalo.
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