Ha sido la mismísima Agencia Nacional de Seguridad de Tráfico en Carretera de los Estados Unidos (NHTSA) la que ha informado a Google, que es una parte de la empresa Alphabet, de su decisión, en respuesta una petición fechada el pasado 12 de noviembre, cuando el buscador presentaba a su coche autónomo con un diseño que "no tiene ninguna necesidad de un conductor humano".
La NHTSA parece estar de acuerdo en que “el coche de Google no tendrá un conductor en el sentido tradicional, al igual que los vehículos han tenido los conductores durante los últimos cien años”.
La batalla por la “auto conducción” ha comenzado
No hay fabricante de coches que no se haya puesto a desarrollar su tecnología con el fin de no quedarse atrás en esta carrera por la “auto conducción”, aunque ya han salido a luz las primeras quejas por las las restricciones de seguridad estatales y federales, ya que estarían impidiendo la realización de pruebas y el eventual despliegue de estos vehículos.
La agencia federal ofreció además a Google toda una serie de regulaciones existentes que tendrían que pasar los coches autónomos para poder circular, como equipos de seguridad o sistemas de frenos activados por control de pie, entre otras.