Por poner algunos ejemplos, una llave de un Seat puede costar alrededor de unos 150€, en el caso de un BMW o Mercedes hacer una réplica de las llaves puede ascender a unos 300€, igual ocurre con Lexus. Cuanto más inteligente sea el coche más caras resultan las llaves, una réplica para un Toyota Prius en concesionario puede costar más de 500€.
Si tenemos en cuenta que en España se vendieron un total de 1.034.232 turismos el año pasado, se podría concluir que el 1% de esos conductores, equivalente a los 10.000 usuarios que pierden las llaves, gasta al año 3 millones de euros en copias.
La tecnología ya está totalmente asentada en el día a día de todos, por lo que no merece la pena arriesgarse a asumir estos gastos extras teniendo en el mercado localizadores como TrackR Bravo, una solución que permite localizar las llaves con un coste de 25 euros.
TrackR Bravo permite, mediante bluetooth, localizar los objetos en un radio de 30 a 60 metros, no obstante, el GPS sigue proporcionando detalles de la ubicación aunque se encuentre fuera del alcance. Según las propias estimaciones de sus creadores, aplicándolo únicamente a las llaves de los automóviles podría suponer un ahorro de 275 euros de media por persona.