TECNOLOGÍAS

Nueva tendencia a la vista: bookstagrammers

Rafa Bernaldo de Quirós | Lunes 09 de mayo de 2016
Hay quien alardea de no leer libros, reivindicando los grandes avances multimedia de los últimos años, y otros que se aprovechan de ellos para gritar a los cuatro vientos su pasión por la lectura. ¿De qué lado estás?


Desde que el creador de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, se marcase el reto en 2015 de leer, al menos, un libro cada dos semanas, se empezó a gestar en la red todo un movimiento que ha acabado por conformar lo que ahora se conoce como “bookstagrammers”.

“Los libros te permiten explorar a fondo una tendencia y sumergirte de una manera más profunda que la mayoría de los medios actuales”, comenta uno de los iconos de la era Internet. Algo que comparte el joven Luca Salva, quien se ha marcado un reto más ambicioso que el de Zuckerberg: un libro por semana.

Este joven pertenece a esa comunidad conocida como “bookstagrammers”, es decir, aquellos que hacen de los libros su pasión y lo exhiben a través de las redes sociales.

Quizás estamos ante la tendencia más asequible para los más jóvenes, ya que no precisan de equipo, más allá de su propio móvil, ni de ego, pues no tienen por qué salir en la instantánea. Sin embargo, algunos de ellos dieron el paso y saltaron de la pequeña pantalla a la realidad de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde fueron protagonistas de una mesa redonda.

Julieta Delgado abandonó su pseudónimo, @hijadeatenea, y se mostró tal como es. Sus imágenes han recorrido el mundo, aunque su rostro siempre ha estado incompleto, oculto tras los libros: "Al principio me encerraba en mi habitación a la hora de la siesta a sacar fotos", confiesa, pero pasados unos meses “mis padres huyen cuando me ven bajar la escalera con libros porque saben que les pediré que sean mis fotógrafos, decoradores…”.

Maximiliano Pizzicotti, de sólo 16 años, se llevó el premio al “Bookstagrammer de la Feria”, quien incide en algo que comparten sus compañeros de mesa: las redes sociales cambian la forma de leer. Y es que, la necesidad de acompañar la lectura de una imagen, les obliga a hacer una interpretación del contenido.

"Hay un poder de síntesis en bookstagram, un impacto visual y semiótico muy grande", dice la coordinadora de las actividades juveniles de la Feria del Libro, Cristina Alemany. Esta tendencia ya ha llamado la atención de las editoriales, que han tomado la decisión de suministrarles las últimas novedades con el objetivo de que las compartan con sus miles de seguidores.



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