Este reconocido reportero de guerra de la televisión irlandesa RTE se hizo a sí mismo a través del emprendimiento. Tan bien le ha ido que una de las compañías más populares del mundo no dudó en ficharle como vicepresidente de medios para Europa y África.
Durante la celebración del foro iberoamericano de transformación digital de El País, Little dejó claro que “vivimos un momento lleno de grandes peligros para el periodismo, pero también de oportunidades”.
“Creo que ser periodista me preparó para las complejidades y contradicciones de ser empresario”, comentó una de las caras más reconocibles de Twitter en Europa, sobre cuyo modelo de negocio destacó que “antes solo teníamos dos fuentes de ingresos en los periódicos: los ejemplares y los anuncios. El enfoque equivocado es buscar la fórmula mágica que solucione todos los problemas cuando lo viable serán múltiples fuentes de ingresos. Especialmente, de lo que experimentemos en modelos como suscripciones, anuncios en vídeo o en mejoras técnicas como bajar los tiempos de carga por artículo”.
Little considera además que “los periodistas odian fracasar. No nos gusta el riesgo. Queremos hacerlo todo bien a la primera. Y ahora estamos en un contexto en el que tenemos que arriesgar y fracasar una y otra y otra y otra vez”.
El periodismo ya no es una alianza entre periodistas, sino entre ellos mismos y su comunidad, que ha pasado de ser lector pasivo a activo: “Esa creo que es la mayor revolución que muchos periodistas aún no entienden. Un periodista ya no se define por su cargo, reportero de deportes o de política, sino por lo buena que sea su relación con la comunidad. Y esa comunidad puede decirte en qué te has equivocado, qué fuentes de datos no has considerado”. Hay que “aprovechar el potencial de la gente que dan las plataformas en Internet”, concluye.