De entre todos Los formatos curiosos que os hemos presentado los últimos meses, puede que este sea el más sorprendente. Con el fin de captar el interés de los lectores más jóvenes, una editorial se ha marcado el reto de construir un producto para… romper.
Sí, aunque suene algo contradictorio comprar un libro que no sea para leer, sino para romper, esto se ha convertido ya en una tendencia a nivel global. Este tipo de títulos, considerados de “intervención”, pues no poseen un género literario en concreto, ha visto en los más jóvenes un público fiel, aunque sus consumidores han logrado ampliar el rango de edad hasta los 30 años.
Con la premisa de terminar por romper el libro, en cada página se plantea una acción que debe de llevar a cabo el lector, desde dibujar, pintar, rayar, quemar e incluso mojar con café la obra.
Destroza este diario, de Keri Smith, es uno de los más populares, con un gran éxito a nivel global. Y es que el libro ha estado en las listas de los más vendidos no sólo en España, sino en México, Colombia y Argentina.
El objetivo de Smith no era otro que generar una obra abierta que el lector deba completar con sus propias piezas. Estos libros de intervención establecen un vínculo con el lector que sólo consiguen a nivel interactivo sus homólogos digitales, por lo que puede que este formato se sume a la redención a la que está acudiendo el papel en la actualidad.
Por poner otro ejemplo, podemos destacar El libro troll, del youtuber El Rubius. Pese a que su premisa es menos artística que la anterior, el joven plantea página a página un juego distinto y diversas pruebas que los lectores deben ir superando: "Si has llegado hasta aquí y tu libro troll aún se mantiene en pie, es que no te has esforzado mucho", dice El Rubius en la última página.