Organizadas por la Asociación Medieval Seguntina, con la colaboración del Ayuntamiento, este año han contado con casi 40 actividades de todo tipo, poniendo en valor el pasado histórico de la ciudad como activo económico
Redacción | Domingo 10 de julio de 2016
La ciudad de Sigüenza ha vivido con extraordinaria intensidad la decimoséptima edición de las Jornadas Medievales. El mismo viernes, fueron casi 140 puestos artesanos venidos de toda España los que comenzaban a salpimentar las calles de la ciudad, desde la de Cardenal Mendoza y hasta la misma Plaza del Castillo, escenario principal del fin de semana. Todo el recorrido, así como la ciudad, habían quedado engalanados por cientos de escudos y pendones medievales que le añadían su ondulante belleza a la hermosura pétrea de Sigüenza.
Las últimas nubes se alejaban de la ciudad a mediodía del viernes, dejando tras de sí un fin de semana despejado, extraordinario para la celebración, aunque con calor en las horas centrales del día. Bisutería, joyas, cuero, artesanía en barro, todo tipo de viandas y brebajes, le añadían su interés una celebración que se articula en torno a los hechos acaecidos en la ciudad del doncel en el siglo XIV.
Ya desde el viernes, el ir y venir del público, cuesta arriba y cuesta abajo era constante, en una dinámica que se ha mantenido hasta hoy domingo. Después de la presentación de los personajes históricos que protagonizaron los hechos recreados en la Plaza Mayor, fue el grupo folk 'Aljibe' el que inauguró musicalmente las Jornadas con un concurrido concierto a la luz de las estrellas, con la Catedral, la Fortis Seguntina, a la espalda y el Ayuntamiento al frente.
La ciudad se despertaba el sábado con calor y mucho ambiente desde primera hora de la mañana. A partir de las once, y ya con cerca de treinta grados en los termómetros, eran cientos los curiosos que se agolpaban a ambos lados del recorrido del desfile de personajes, a esa hora a punto de comenzar, para fotografiar o grabar cada uno de sus movimientos. Entretanto, hacían sus compras. Con puntualidad seguntina, salían desde la Plaza de Don Hilario Yabén Don Pedro I, El Cruel o El Justiciero, según franceses o castellanos, el caballero Bertrand Du Guesclin y Don Enrique de Trastámara, la amante del Rey, María de Padilla, y, por supuesto, la reina, Doña Blanca de Borbón.
Allí estaba también Martín Cañamón, responsable seguntino de Protección Civil, coordinando el dispositivo de seguridad del que formaron parte hasta 15 voluntarios de la agrupación doncelina, a los que se unieron otros veinte de Cruz Roja, tanto de Guadalajara como de Sigüenza. Afortunadamente, y pese al calor que ha hecho este fin de semana en las horas centrales del día, no ha sido necesario atender a nadie, ni ha registrado incidente alguno.
Precedidos por los Dulzaineros de Alcalá, que hacían sonar su repertorio más cortesano, los sones aragoneses ancestrales del grupo 'Ixera', por los tambores de 'Barromba', y por los malabaristas y danzantes de 'Barzania', los reyes castellanos y su séquito desfilaron con gran despliegue de pompa y boato por las calles del Cardenal Mendoza, Plaza Mayor, Calle Mayor, Travesaña Alta, Arco del Portal Mayor y Castillejos, para llegar finalmente hasta la Plaza del Castillo. Este año la Asociación Medieval que organiza las Jornadas ha instalado allí una zona de recreo y ocio especialmente pensada para los niños, con exhibición de rapaces y talleres medioambientales, columpios, y zona de restauración.
Ya en el patio de armas del Castillo, desde la balconada de una de las murallas, precisamente sobre el Salón de Doña Blanca, le fueron entregadas las llaves de la ciudad al Rey, Don Pedro I, que se mostró muy honrado por recibirlas. A continuación, los grupos que lo habían acompañado, culminaron el desfile con su actuación final en la Plaza del Castillo. Allí estaban también los Caballeros Catinos, que mantienen desde hace años una excelente relación con la Asociación Medieval. Sus hábiles espadachines pusieron las armas a disposición del mejor postor, mostrando también su habilidad en el combate ante un público numeroso.
Después del desfile, José Manuel Latre, alcalde de Sigüenza y presidente de la Diputación Provincial, felicitaba a la Asociación Medieval por el esfuerzo que hacen cada año para culminar el éxito de las jornadas, y deseaba a los numerosos visitantes que ya habían llegado “una feliz jornada de asueto y ocio en nuestra ciudad, que gracias, entre otras muchas cosas, a la organización de eventos como éste, es un referente turístico”.
También se acercaron hasta la ciudad del Doncel la senadora Ana González, que daba la enhorabuena al Ayuntamiento y a la Asociación Medieval “por fomentar el turismo, la participación y las visitas a esta ciudad en lo que es una apuesta decidida por nuestra provincia, y en especial por Sigüenza”. Visitante habitual de las Jornadas Medievales, González destacaba, un año más, la presencia de “público, puestos y viveza”, apreciación en la que coincidía con el diputado de Turismo, Jesús Parra. En distintos momentos de las jornadas también estuvieron presentes la diputada provincial Yolanda Ramírez o el diputado regional Pablo Bellido, entre otras autoridades locales, provinciales, regionales y nacionales.
Cuando cayó el sol, de nuevo la música medieval recorrió las vetustas calles de la ciudad, de un extremo al otro, mientras todas las plazas, la de la Cárcel, la del Doncel, la del Castillo y la Mayor, retomaban sus actividades de ocio, restauración, juegos medievales participativos y teatro. A partir de las nueve y media de la noche, de nuevo los partidarios de Doña Blanca intentaron asaltar el Castillo para liberar a la reina del cautiverio en el que fue recluida por el Rey Pedro I. “En realidad, este no es un hecho histórico, pero desde luego sí pone de manifiesto el cariño que la ciudad siente por esta joven francesa, desdichada, que pasó gran parte de su vida prisionera de una gran injusticia”, recordaba Sonsoles Arcones, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza y miembro de la Asociación que organiza las Jornadas. El asalto es posible gracias a la colaboración del grupo de espeleólogos de Sigüenza y también del Parador.
La noche del sábado volvía a ser mágica. Con algún grado más de temperatura de lo que es habitual por estas fechas en la ciudad y sin una nube en el cielo que le pusiera un pero a las estrellas, el mismo centro de Sigüenza se llenó de velas que realzaban el encanto de las calles, reflejando en el suelo la inmensidad de la noche. Después, las brujas buenas, partiendo desde la fuente de los Cuatro Caños, llenaron de hechizos y conjuros las calles, “todos hechos para desear lo mejor a seguntinos y visitantes”, explica Eva Plaza, concejala seguntina que es una de las participantes en la 'Noche de las Animas', abundando en la magia de las Jornadas Medievales que ya cuentan con ella de por sí.
Esta mañana, con pesar, la ciudad revivía el destierro de su reina, Doña Blanca, y la lucha fratricida entre Don Enrique de Trastámara, hermano bastardo de Pedro I, y del propio rey que, aunque realmente no ocurrió en la ciudad, sino en los campos de Montiel, se represente en el patio de armas del castillo para terminar de contar a los espectadores toda la trama de los hechos históricos.
Al término de la representación María Pérez (Blanca de Borbón), Jaime Gómez Olalla (Enrique de Trastámara), Jesús Canfrán (Pedro I El Cruel) y Francisco González y Primitivo Alguacil, desde la organización, daban las gracias al numeroso público asistente por su presencia. También Oscar Hernando, concejal de Turismo de la ciudad del Doncel, quiso agradecerles a ellos “en representación de la ciudad, el esfuerzo altruista que llevan a cabo todos los años para mantener y mejorar unas jornadas que, sin lugar a dudas, son uno de los momentos del año que más visitantes atraen a Sigüenza”.
La Oficina de Turismo de la Ciudad del Doncel confirmaba esta mañana que la ocupación hotelera de la ciudad para la noche del sábado, no sólo en la ciudad, sino también en las pedanías llegaba prácticamente a la ocupación plena. Por otra parte, bares y restaurantes han duplicado, e incluso triplicado, mesas para atender la enorme demanda del fin de semana. “El balance de este fin de semana no puede ser mejor, buen tiempo, buen ambiente, buena gente y una ciudad unida para reivindicar sus encantos y enorme potencial turístico. Y, como siempre en Sigüenza, si bueno es lo que queda atrás, lo mejor está aún por venir. La semana que viene volvemos a invitar a todo el mundo a las I Jornadas del Fino Seguntino, con las que la ciudad seguirá poniendo en valor nuestra gastronomía”, termina Latre.
Además de Cruz Roja y Protección Civil, de Sigüenza y de Guadalajara, Policía Local y Guardia Civil han velado por la seguridad y correcto desarrollo del evento multitudinario que ha resultado extraordinariamente participativo y concurrido, en el que además, no se ha registrado incidente alguno.
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