ALMA CORAZÓN Y VIDA

La Fundación Virgen de la Fuensanta pone el broche de oro a sus actividades del año lectivo 2015-2016 con la entrega de sus becas y premios

Redacción | Jueves 01 de septiembre de 2016
Con sede en Millana, el Centro de Discapacitados de la Fundación impulsa desde finales de 2014 un calendario de cursos, formaciones y conferencias, y un programa de becas destinados ambos a la integración total de los discapacitados

Con la entrega de becas y premios de los concursos de redacción y pintura para niños y niñas castellano-manchegos discapacitados de entre 10 y 18 años convocados anualmente, la Fundación Virgen de la Fuensanta le ha puesto el broche de oro, este pasado martes, a sus actividades en el año lectivo 2015-2016, segundo desde el inicio oficial de su obra social, a finales de 2014. Cada uno de los dos concursos ha repartido 3.000 euros en premios, mientras que se han entregado becas para alumnos y colegios en los que estudian discapacitados por importe de 5.000 euros.

El acto tuvo lugar en el auditorio de la sede de la Fundación, que se halla en la alcarreña localidad de Millana, ante las cerca de 200 personas que llenaron su capacidad. Estuvo brillantemente conducido por el periodista Borja Castro, y fue el secretario de la Fundación, Adolfo Alvarez, quien se encargó de dar lectura de los premios y premiados y de los becados.

Antes de proceder a la entrega, todos los presentes pudieron visionar un video en el que se repasaron las actividades que la Fundación ha llevado a cabo este verano, todas con el denominador común de la integración de menores con y sin discapacidad, de las que han participado un total de 45 niños.

Para el desarrollo de todas ellas se han utilizado las amplias instalaciones de la Fundación, favoreciendo la convivencia entre menores de la comarca con otros que se han alojado en Millana gracias al patrocinio de la entidad. “Nuestro objetivo último es propiciar la igualdad de oportunidades. Ese es el argumento que hemos desarrollado en todo lo que hemos organizado no sólo este verano, sino desde nuestra puesta en marcha”, valoró Críspulo Doñoro, presidente del patronato que rige la Fundación durante la presentación del acto.

Con posterioridad, todos los participantes en los concursos que asistieron, recibieron su correspondiente diploma acreditativo, para a continuación, entregar los premios a los ganadores. El primer fallo al que se dio lectura fue al del concurso de cuentos infantiles. El jurado decidió que el primer premio quedara desierto. Si se concedieron los dos accésits, el primero para Daniel Castillo (Almodóvar del Campo-Ciudad Real) por el cuento titulado 'La estrella de la vida', y el segundo para Miriam Tomico (Sacedón-Guadalajara) por una fábula titulada 'El conejo perdido del bosque'. Además, el patronato anunció que, por unanimidad, el premio va a llamarse a partir de esta edición 'Premio Hilario Doñoro', en reconocimiento a la anónima vida de bien y de rectitud que llevó el millanés.

A continuación se entregó el premio del concurso de pintura. El primer premio recayó, igualmente por unanimidad en un magnífico cuadro, obra del pintor conquense Lorenzo Higueras, a quien su discapacidad no le ha restado ni un ápice de originalidad ni de creatividad. Igualmente, se anunció también que el premio va a pasar a denominarse 'Premio Teresa Cuevas', en reconocimiento de la labor abnegada que este miembro del patronato ha hecho durante años, ahora que la Fundación es una hermosa realidad y también muchos años antes, mientras se gestaba.

También fueron entregadas las becas de este año, y las gratificaciones por la participación en los correspondientes concursos. La estudiante con mejores calificaciones fue María Blasco, de Millana. El patronato decidió además donar los premios que quedaron desiertos a los colegios de los participantes, a condición de ser empleados, entre otras cosas, en fines relacionados con la integración de los discapacitados.

Historia de la Fundación Virgen de la Fuensanta
La Fundación nació en la cabeza de un niño de la Guadalajara rural de los años 50 –Crispulín (Críspulo Doñoro)- que padeció de poliomielitis. Tomó forma muchos años después, a mediados de los noventa. Gracias a las aportaciones personales de la familia Doñoro y a las relaciones públicas llevadas a cabo en todo este tiempo, en el año 2011, la Fundación decidió emprender la construcción del Centro de Discapacitados de Millana, “el pueblo en el que nací y en el que nunca me sentí tratado como un minusválido”, recuerda Críspulo.

La construcción terminó a mediados de 2014. Desde el mes de junio de aquel año, la Fundación emplea a ocho personas que llevan a cabo su labor en Millana. Con una política de becas y residencia, el Centro de Discapacitados de Millana dio comienzo a su labor social. La Fundación puede prestar servicio hasta a 25 personas en régimen interno. Los esfuerzos del equipo gestor de la Fundación se concentran en dos ámbitos: establecer y renovar los contactos y sinergias con otras fundaciones, entidades benéficas y mecenas que puedan aportar nuevos fondos para engrandecer el proyecto, y en la consolidación de un calendario de cursos, formaciones e iniciativas que vayan progresivamente completando la actividad anual del Centro de Discapacitados.

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