España sufre una ola de allanamientos de morada, tal y como demuestra el último informe del Ministerio del Interior que pone de manifiesto la necesidad de una reforma jurídica destinada a aumentar la punibilidad de esta clase de delitos.
Asociado a un aumento de la criminalidad doméstica (más de 57.000 robos registrados en el primer semestre de año), está el incremento de las detenciones efectuadas, lo cual demuestra la buena labor de los cuerpos de seguridad del estado. El problema de este asunto, según dicen los expertos, proviene del propio sistema judicial, que pone en la calle a 9 de cada 10 ladrones imputados, haciendo evidente la urgencia de emprender una reforma jurídica que garantice una tasa de reincidencia más baja.
Al parecer, esta debilidad legal ata de manos a los jueces de cara a impartir justicia, y también desde el gremio se apunta a esta carencia de herramientas adecuadas para combatir un nuevo tipo de delincuente más organizado, con conexiones internacionales que le permiten evadir la jurisprudencia, una vez iniciado un proceso contra él.
Los investigadores coinciden en que los últimos asaltos a viviendas muestran un conocimiento más exhaustivo de los sistemas de seguridad domésticos, así como el uso de nuevas técnicas para compartir información entre los miembros de las bandas. La más destacada es el uso de marcadores, o símbolos que proporcionan datos sobre la situación actual de la vivienda objetivo, haciendo más fluida y menos sospechosa la vigilancia. Existe una gran variedad de ellos, desde cruces en el suelo a otros de carácter menos evidente que sirven, por ejemplo, para informar de que una casa no esta ocupada.
Ante tales evidencias, desde la policía se insiste en que la mejor defensa para este tipo de crímenes es la prevención, y se hace eco de las habituales recomendaciones a este respecto. Comprueba los aledaños de tu domicilio, asegura las ventanas y siempre consulta con un cerrajero de confianzapara evitar sorpresas a la vuelta del trabajo o de una ausencia prolongada.
Incluso a pesar de nuestros mayores esfuerzos, hay que tener en cuenta la falta de escrúpulos de estos sujetos, que no dudan en abordar domicilios ocupados en caso de fallo de sus redes de información y elevan un problema, antaño menor, a los primeros puestos de la lista de principales preocupaciones de los españoles.