El C.D. Yunquera pierde la imbatibilidad ante la Academia Albiceleste (0-2)

Partido de fútbol correspondiente a la décima jornada de liga, de la 1ª Autonómica – Grupo IV temporada 2016-2017, entre el C.D. Yunquera y la Academia Albiceleste, disputado el pasado domingo, 20 de noviembre, en el campo municipal de Yunquera de Henares en una tarde protagonizada por la lluvia incesante. Alrededor de cien espectadores se dieron cita para presenciar el encuentro.

Otro partido de máxima rivalidad provincial el que disputaban la pasada jornada el C.D.Yunquera y la Academia Albiceleste, encuentro que se jugó bajo la lluvia y en el que desde el pitido inicial, el cuadro visitante, demostró una tremenda voluntad de venir al municipal yunquerano a llevarse los tres puntos. Juego rápido y desmarques vertiginosos hacían los albicelestes dueños del esférico y amos del juego. Los locales, que salieron bastante fríos, veían como una y otra vez los pupilos de Fernández González les desbordaban en todas las líneas. Las cosas se agravaban aún más cuando el jugador local Mario de Pedro en el minuto veintidós tenía que dejar el terreno de juego por lesión lo que suponía al conjunto azulón perder efectivos en la medular. En el minuto treinta y cinco después de varios intentos albicelestes por perforar la meta defendida por el joven guardameta Alberto Sánchez con tiros lejanos, llegaba el primer gol para los visitantes fruto de una de esas jugadas de lanzamiento desde fuera del área que el arquero local no logra bloquear y el balón se queda para empujar a la red para un jugador albiceleste. Con este resultado de cero a uno y con varias intentonas de los de Hernando y Calvo de zafarse de la presión rival acabó el primer periodo.

En el segundo se esperaba una reacción local pensando que los albicelestes iban a bajar la guardia por el desgaste empleado en la primera mitad y nada más lejos de la realidad ya que estos siguieron con la misma presión y ritmo sin dejar espacios a los azulones que les pudiera crear peligro. Todo se complicaría más para los yunqueranos cuando en el cincuenta y dos Samuel Alcalá tenía que abandonar el terreno de juego lesionado por un fuerte golpe en el muslo tras un choque fortuito con un compañero lo que obligaba a los locales a retocar la defensa.

Cuando un encuentro se pone de cara para un rival y se encima no es tu tarde ya queda poco que hacer y así fue porque en el minuto sesenta y dos llegaba un gran gol para los visitantes después de que estos robaran un balón en el centro del campo y con un chut, desde aproximadamente treinta metros, alojaran el balón en la portería sin que Alberto pudiera hacer nada para evitarlo, un segundo gol que caía como un jarro de agua fría a los yunqueranos y que a la postre sería el que cerrara el choque. Desde ahí en adelante todo intento azulón de crear peligro fue inútil y desbaratado por los jugadores albicelestes que seguían corriendo y corriendo para tapar los posibles huecos por donde les podría venir el peligro. Aun así el marcador se pudo maquillar si Javier Robledo acierta a marcar cuando en un tiro potente el balón se estrellaba en la cruceta.

En resumen partido malo de los azulones también propiciado por un rival que se dejó el alma en cada lance para conseguir la victoria. A pesar de perder la imbatibilidad los yunqueranos ocupan una, muy buena, tercera plaza en la clasificación a tan solo un punto del segundo clasificado y cuatro del actual líder el Hogar Alcarreño lo que les hace albergar la esperanza de lograr el objetivo fijado para esta temporada en su regreso a la primera autonómica que no es otro que el de la permanencia.

GOLES
0-1 (Minuto 35): Ismael López recoge un rechace del guardameta local para marcar ante la atónita mirada de los defensores azulones.

0-2 (Minuto 62): Jesús Solano roba un balón en el centro del campo y sin pensárselo dos veces lanza un disparo desde treinta metro alojando el balón en la red sin que Alberto, que venía de posición adelantada, pueda hacer nada para evitarlo.

Dirigió el encuentro el colegiado Marcos Mínguez Casas acompañado de sus respectivos linieres. Mostró dos tarjetas amarillas al equipo local mientras que los jugadores del equipo visitante vieron otras dos del mismo color.