Precisamente esta empresa se está convirtiendo —sobre todo tras la compra de SolarCity— en una de las grandes impulsoras del segmento de las renovables, y para demostrar las posibilidades de futuro que ofrece la energía solar ha puesto en marcha un proyecto singular: ha creado una red de paneles solares en una isla que permiten a sus habitantes no tener que pagar ni una factura de luz: prácticamente toda la energía que necesita la isla llega del sol.
La isla en cuestión es Ta'u, en Samoa, y gracias a su producción de 1,4 megavatios puede cubrir "casi el 100%" de las necesidades eléctricas. A los 5.328 paneles solares se le suman los 60 PowerPacks que Tesla ha instalado y que ofrecen un almacenamiento energético de 6 megavatios-hora.
Esta isla, claro está, está elegida a dedo: solo tiene 600 habitantes y disfruta de una gran cantidad de días de sol al año, pero las baterías podrían seguir suministrando energía a la isla durante tres días continuos de nubarrones.
Hasta ahora la isla de Ta'u obtenía la energía a través de generadores que funcionaban con motores diesel, algo que era mucho más caro y contaminante. Hay otras ventajas: no hay que estar comprando y enviando barriles de combustible, y no hay necesidad de "racionar" esos barriles como antaño si un pedido no llegaba a tiempo.
Este es un buen ejemplo de lo que la energía solar puede conseguir y Tesla lo sabe, pero obviamente el ejemplo es más difícil de aplicar en grandes núcleos urbanos con millones de habitantes. Los responsables de Tesla lo saben, pero parece que están dispuestos a superar ese reto.