Redacción | Sábado 05 de agosto de 2017
Los creadores de Kissenger desean cambiar, aunque sea un poco, las limitaciones qie tienen las parejas que se encuentran a distancia
El Kissenger es un gadget que resolvería este problema que atraviesan las parejas que mantienen relaciones a larga distancia, a familiares que viven en diferentes países y, por qué no, conectar a fans con sus ídolos en cualquier parte del mundo.
"Cuando era niño tenía a mis abuelos a una cuadra de mi casa, pero no todos corren con la misma suerte y eso me motivó a pensar en un dispositivo para conectar a las familias", describió Adrian David Cheok, profesor de computación y creador del Kissenger.
De todos modos, Cheok le contó a BBC Mundo desde Malasia que "el mayor interés proviene de las parejas" que viven separadas.
El nombre Kissenger surge de la combinación de "Kiss" (beso, en inglés) y "ssenger" (abreviatura de messenger: mensajero).
¿Cómo funciona?
Para que la comunicación afectiva se concrete, los dos participantes deben tener el Kissenger y descargar la aplicación.
El teléfono se introduce al artilugio que contiene un área de silicona con sensores de fuerza de alta precisión.
Estos sensores tienen la capacidad de medir la fuerza que ejercen los labios durante el beso.
Entonces, el dispositivo envía estos datos a la app del teléfono que a su vez los transmite por Internet en tiempo real al aparato del destinatario del beso.
El Kissinger también cuenta con sensores miniatura que reproducen los datos sobre la fuerza que ejercen los labios de quien envía el beso.
Y de esta manera, el Kissinger crea una sensación de beso realista.
"El dispositivo inicial nació en 2003. Era un cabeza con labios y la verdad tenía un aspecto espeluznante", le dijo Cheok a BBC Mundo.
Después de varias pruebas, en 2015 llegaron al diseño actual del Kissenger: una una carcasa de teléfono que se conecta a la toma de audio del iPhone, iPod o iPad, y cuya app solo estará disponible para los dispositivos que cuenten con el sistema operativo iOS.
Según Cheok, que dirige el Imagineering Institute en Nusajaya Johor, Malasia, el dispositivo está en su fase de prototipo pero espera que a fin de año salga al mercado.
¿Su precio? cerca de US$100, "o tal vez menos", señaló su creador quien aseguró que recibe al menos 30 pedidos diarios de todo el mundo para conseguir el dispositivo.
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