GUADALAJARA

Mario Palacios y Alejandro Gardel salen a hombros de las Cruces de Sigüenza

En la novillada picada, con reses de Polo Saiz (Ciruelas-Guadalajara). Ambos cortaron dos de las cuatro orejas de su lote.

Redacción | Martes 15 de agosto de 2017
Puerta grande en la novillada picada de la tarde de ayer para dos jóvenes que apuntan maneras. Las reses, magníficamente presentadas, correspondían a la ganadería de Polo Saiz (Ciruelas-Guadalajara).

Antes de empezar el festejo, la Plaza de las Cruces guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de los maestros Iván Fandiño y Sebastián Palomo Linares, ambos recientemente fallecidos.

La de ayer fue la primera ocasión en la que la ganadería presentaba utreros en una novillada picada, y los cuatro sirvieron. Por la tipología de su embestida, tres de los cuatro dieron vuelta de campana con el capote.

Abrió plaza Mario Palacios, novillero madrileño, que acabaría saliendo a hombros. El chaval hubiera podido, sin duda, redondear su triunfo de no haber fallado a espadas, y con el descabello, en su segundo, llegando a escuchar los tres avisos. Serio con la muleta, entendió pronto a sus dos enemigos, sacando en ambos casos, series de mérito con ambas manos.

Alejandro Gardel, que fuera apoderado por el maestro Palomo Linares, estuvo bien, cortando una oreja a cada uno de sus enemigos. Gustó en Sigüenza sobremanera su estética en la composición del toreo, y su planta delante de sus dos enemigos. Quienes le siguen confirman que tiene una progresión excelente, además de un buen dominio de la espada.

Presidió la novillada la teniente alcalde del Ayuntamiento de Sigüenza, Eva Plaza.

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