Redacción | Domingo 20 de agosto de 2017
Los consumidores que se hayan suscrito o hayan comprado contenidos digitales en internet en su país de residencia podrán acceder a ellos a través de su teléfono móvil, tableta u ordenador cuando se encuentren temporalmente en otro país de la Unión Europea
El pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde a la portabilidad transfronteriza de contenidos digitales en línea, como pueden ser las suscripciones a plataformas audiovisuales como Netflix o musicales como Spotify.
Los consumidores que se hayan suscrito o hayan comprado contenidos digitales en internet en su país de residencia podrán acceder a ellos a través de su teléfono móvil, tableta u ordenador cuando se encuentren temporalmente en otro país de la Unión Europea.
La nuevas reglas, acordadas en febrero con el Consejo y que entrarán en vigor dentro de nueve meses, se aplicarán a los servicios en línea de contenidos a los que se accede mediante una suscripción de pago.
Los servicios en abierto, como los de los canales públicos, se beneficiarán de la regulación si verifican el país de residencia de sus suscriptores.
Los actuales obstáculos a la portabilidad de servicios de contenidos en internet se derivan del hecho de que los derechos de transmisión de contenido con derechos de autor o relacionados protegidos, como obras audiovisuales o eventos deportivos, suelen tener licencias ligadas a un territorio.
Las nuevas normas garantizarán “igual acceso” desde otros países de la UE a contenidos “adquiridos legalmente” o a los que se está suscrito en el país de residencia, “cuando se esté presente de forma temporal en otro Estado miembro”, de vacaciones, viajes de negocios o estancias estudiantiles limitadas.
Para evitar abusos, los proveedores “verificarán el país de residencia de los suscriptores”, una comprobación que deberá ser conforme a las normas de protección de datos de la UE.
España y Francia fueron los países que más insistieron en aclarar la noción de “estacionalidad” durante la negociación con el otro colegislador, el Parlamento Europeo, según fuentes comunitarias y diplomáticas.
Ambos países defendieron la importancia de que las suscripciones se hagan en el país de origen con el fin de garantizar la compensación a los autores y evitar que los consumidores paguen por servicios en los Estados miembros donde sean más baratos.
Esta nueva regulación forma parte de un conjunto de iniciativas propuestas por Bruselas para impulsar un verdadero mercado único europeo de contenidos digitales.
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