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Sigüenza entrega la XV edición del premio por la igualdad a Ursulinas y al Centro de Miguraciones ACCEM

Como destacaba la concejala de Mujer del Ayuntamiento, Charo Toro, ambas instituciones, han logrado reducir las diferencias entre hombres y mujeres

Redacción | Viernes 27 de julio de 2018

El Ayuntamiento de Sigüenza entregó ayer la XV edición del premio 'Ciudad de Sigüenza por la Igualdad', que concede a través de su Concejalía de Igualdad y del Centro de la Mujer, a RR.MM Ursulinas-C.E. Sagrada Familia y Centro de Migraciones-ACCEM. El galardón, que se entrega de forma anual, es un reconocimiento a aquellas personas o entidades que, con su trabajo diario, han logrado reducir las diferencias entre hombres y mujeres. “Queremos una calidad de vida óptima para quienes viven en Sigüenza y sabemos que apostar por la igualdad de trato y oportunidades es clave para el desarrollo de una sociedad mejor”, afirmó ayer José Manuel Latre, alcalde de Sigüenza, en la presentación de la entrega. El regidor felicitó además “al personal de ambas instituciones por su labor en el municipio”.

En 2018, el Ayuntamiento ha decidido otorgar el premio de forma conjunta puesto que ambas organizaciones comparten el trabajo para lograr la igualdad de oportunidades para todas las personas, las unas desde la educación y los otros desde el ámbito socio-laboral. Asimismo, Ursulinas y ACCEM han cumplido años recientemente, e igualmente ambas entidades nacieron en Sigüenza, con “estrella”, pues su primera ubicación fue, precisamente, en esa calle de la ciudad. De la misma manera, Ursulinas y ACCEM consideran clave para lograr una sociedad más justa e igualitaria la colaboración y cooperación estrecha entre todos los agentes sociales: administraciones públicas y cada persona, de manera individual. “En el Ayuntamiento opinamos esto mismo. Todos tenemos que remar en la misma dirección y con este criterio. Por eso, la concesión del premio, es una doble satisfacción, porque reconoce los logros de ambas entidades, pero también lo es porque demuestra que han logrado esa relación fluida entre todos los agentes sociales implicados en la lucha por la igualdad de género”, dijo Latre.

Fue la concejala de Mujer, Charo Toro, la que se encargó de fundamentar los premios, empezando por las Ursulinas. Pero antes que nada, pidió un reconocimiento público para la labor de las trabajadoras del Centro de la Mujer, Almudena del Pino y Marta Hernández, que fue correspondido con una ovación sonora. Las Madres Ursulinas, que en 2018 han cumplido 200 años en Sigüenza, han sido siempre un referente educativo en la ciudad. Se instalaron primeramente en el Hospital de la Estrella de la ciudad, más tarde pasaron por las casas de San Roque y, debido al número de niñas a las que enseñaban, tuvieron que reubicarse en el Palacio de los Infantes, sede actual de Los Josefinos. Finalmente, acabarían en su actual emplazamiento, un convento franciscano que había acogido anteriormente a monjas Carmelitas.

Con el paso de los años y la llegada de nuevos tiempos, la educación dejó de estar separada para niños y niñas, por lo que desde 1989 pasaron a formar parte del Colegio Episcopal Sagrada Familia. “Educan por igual dentro y fuera de sus aulas, pues somos personas y como tal se nos debe valorar igual”, destacó la concejala.

Recogió la distinción, una preciosa placa del Taller Medieval, la Madre Asunción, en representación de la institución Ursulinas. “Desde 1818, hemos hecho lo posible para hacer lo que nos pedía Santa Ángela de Mérici. Por eso es el colegio el que recibe el premio, no las que ahora trabajamos en él. Como decía nuestra madre, reitero que hay que gozar con lo que se ha hecho, pero no debemos olvidar lo que queda por hacer”.

La concejala glosó igualmente la labor del Centro de Migraciones-ACCEM, “que trabaja por y para las personas y para que entre ellas exista una igualdad real de derechos, de oportunidades de vida y de futuro”, citó.

Por esta institución han pasado a lo largo de sus ya 26 años en Sigüenza, 6.000 personas. “La necesidad de ayuda, de apoyo de estas personas tan vulnerables hizo surgir en nuestra localidad un movimiento de voluntariado y participación en las actividades propias del Centro tanto de personas refugiadas como del municipio”, recordó.

Desde la acogida de las personas refugiadas de Kosovo (1992), la población seguntina se volcó con esta iniciativa social, de tal manera que bien se puede decir que el Centro quedó integrado para siempre en la ciudad a partir de entonces. “Eran tiempos en los que se necesitaba mano de obra y las personas migrantes colaboraron en el desarrollo social y laboral”, subrayó la concejala. Actualmente ACCEM-Sigüenza acoge a personas, de manera individual, pero también a familias que son alojadas en las viviendas sociales de que disponen. Además de con personas migrantes, también trabajan con menores y mayores, y en ámbitos tan diversos como el fomento del empleo o el acceso a vivienda.

En los inicios de su actividad, en 1992, sólo venían hombres, pero a mediados de los noventa ACCEM-Sigüenza acogió a una mujer con su hija, provenientes de Rusia. Poco a poco, su labor ha ido creciendo en la dirección de atención a las familias. “Desde su punto de vista, las mujeres se muestran fuertes, resueltas, con recursos y capacidad más que suficiente para salir adelante, a pesar de haber sufrido en sus propias carnes la violencia de género. Son conscientes de esta problemática en muchas de las familias que llegan, por ello trabajan el empoderamiento de las mujeres y el conocimiento de la normativa española respecto a la mujer. Introducen de manera transversal la perspectiva de género en todas las actividades que organizan y desarrollan”, destacó la concejala en su presentación.

Braulio Carles, responsable territorial de ACCEM en Castilla-La Mancha, destacó el trabajo en equipo que se lleva a cabo en la ciudad, ahora bajo la dirección de Ana Belén Sanz. “El equipo siempre está disponible, sin horarios, ni días de la semana prestablecidos. Gracias a la gente, a los empresarios, a las parroquias, a los colegios, y en general a las instituciones de Sigüenza, a la cercanía con los alcaldes sucesivos, ahora con José Manuel Latre, de quien solo podemos tener buenas palabras, Sigüenza es hoy un referente de integración y acogida”, dijo. Carlés también se refirió a la igualdad de género. “El 90% de las mujeres que llegan a ACCEM Sigüenza, son víctimas de trata, de violencia de género y procedentes de países donde no hay redes sociales ni familiares que puedan ayudarles, y debo decir que, en general, tiene más fuerza interior, más recursos, para salir adelante en situaciones difíciles que los hombres. Trabajamos por la integración de la mujer, por lograr su autonomía y su empoderamiento, y, contando con el esfuerzo de la gente de Sigüenza y sus pedanías, lo vamos consiguiendo. Como dice nuestro lema, gracias a ti todo esto es posible”. ACCEM Sigüenza recibió igualmente un detalle del Taller Medieval.

La concejala de Mujer terminó su intervención con una reflexión. “Tan importante es reconocer los logros como hacer una reflexión crítica de lo que falta por hacer, por ello, es fundamental pararse a pensar qué es lo que no acaba de funcionar en nuestra sociedad, qué es lo que hace que entre la juventud haya aumentado la violencia en general y la de género en particular y lo más destacable, por qué ellas lo aceptan”.

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