Facua de Castilla-La Mancha ha tachado de "inadmisible" que el Gobierno regional quiera "volver atrás" en la normativa de las gasolineras desatendidas
Redacción | Viernes 17 de agosto de 2018
La organización de consumidores Facua de Castilla-La Mancha ha tachado de "inadmisible" que el Gobierno regional quiera "volver atrás" en la normativa de las gasolineras desatendidas con el decreto que pretende aprobar y que, según la federación de consumidores, alentará la proliferación de este tipo de negocio, en lugar de prohibirlo.
En un comunicado, Facua ha señalado que la comunidad cuenta con una normativa autonómica que prohíbe desde 2005 el establecimiento de este tipo de servicios, al obligar a las gasolineras a estar atendidas por al menos una persona, y la Consejería de Sanidad busca ahora cambiar la normativa con la elaboración de un nuevo decreto.
Este nuevo decreto de los derechos de las personas consumidoras en instalaciones de suministro a vehículos de carburantes y combustibles líquidos o gaseosos o cualquier otro tipo de energía en Castilla-La Mancha contempla la existencia de estaciones en régimen desatendido junto a las que poseen personal de atención al usuario.
Además, se apoya en las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, que respalda este tipo de gasolineras, una postura que Facua rechazó en su momento pues según la federación arremete contra los elementos más básicos de protección de los consumidores, y especialmente, de aquellos colectivos de la sociedad que son más vulnerables.
La asociación ha señalado que el nuevo decreto deja en un terreno muy ambiguo la cuestión de la atención a los usuarios con algún tipo de discapacidad, además, ha recordado que la ausencia de personal genera la imposibilidad de verificar que las cantidades de combustible surtidas son las adecuadas y que los surtidores funcionen correctamente.
Facua ha destacado que estas gasolineras pueden suponer un mayor riesgo contra la seguridad de los consumidores, que en caso de emergencia, no contarían con personal de atención presente y habría una menor capacidad para una intervención ante cualquier accidente o incidente.
Asimismo, la asociación sostiene que resulta imposible supervisar quiénes y de qué manera se recoge el combustible, ya que existe la posibilidad de que sea embotellado en recipientes no reglamentarios usados de manera fraudulenta o negligente.
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