El polifacético Boris Izaguirre y el periodista Ramón Ongil mantuvieron anoche una deliciosa conversación que presenciaron más de un centenar de personas en el Salón del Trono del Parador de Sigüenza. La tertulia terminó con un sonoro aplauso seguntino que reconoció la humanidad, y el sentido del humor, que destiló el protagonista en cada una de sus intervenciones, y el tino periodístico de Ongil, que retomaba su papel en las Veladas Literarias. Y empezó con la presentación de ambos por parte de Sonsoles Arcones, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sigüenza, en un evento que contó con la asistencia del alcalde de la ciudad, José Manuel Latre.
La conversación saltó, como la novela que presentó anoche, 'Tiempo de tormentas' (Planeta, 2017), de un lado al otro del Atlántico. El escritor no rehuyó ningún tema, opinando, sin tapujos, sobre los sucesos que acontecen en estos días en su país natal, Venezuela. Con el guion del argumento del libro como hilo conductor, la entrevista derivó por los temas más variopintos, repasando, como la novela, la biografía del escritor.
Antes de comenzar la entrevista, Boris Izaguirre recordó su primera presencia en la ciudad, con motivo de la grabación en Sigüenza de uno de los episodios del talent show Masterchef Celebrity. “Era julio, con mucho calor, e hicimos en la Plaza Mayor una prueba de que fue muy especial para mí. Guardo un recuerdo fantástico. He querido cambiar el clima, para volver al Parador, donde también nos alojamos la primera vez y que me parece un lugar espectacular, y a Sigüenza, con frío”, decía ayer.
Sobre 'Tiempo de tormentas' el escritor afirmó que “es una novela en la que comparto la extraordinaria relación que tuvimos mi madre y yo durante toda su vida, y que aborda una etapa de mi vida en Venezuela, pero también mi vida como venezolano que se muda a España y consigue que España sea su país, absolutamente”. Boris Izaguirre afirmó, como lector más que como escritor, que 'Tiempo de tormentas' es interesante “no porque egoistamente piense que mi biografía es interesante, sino porque he tomado muchas opciones en mi vida, como la de ser la persona que soy -mi madre inició también una lucha personal e individual por respetar mi manera de ser y ayudarme a ser quien quería ser- y también porque he vivido 26 y 27 años, respectivamente en dos países que son muy distintos, Venezuela y España, pero que comparten cosas muy importantes, como el idioma y una sed absoluta de democracia”. Además de su carácter autobiográfico, la novela reúne todos estos espacios, físicos y espirituales, además de tener, “como todas las que he escrito”, un matiz de “novela de aventuras”.
Sobre el hecho de hablar de literatura en un Castillo, que proponen las veladas literarias seguntinas, Boris opinó que “es una manera y un lugar fantástico para empezar una conversación” y que además, “me permite vestir unos pantalones de cuadros anchos y color calabaza, con unos calcetines rosas”. Y precisamente ese fue el regalo final que Ongil le hizo al entrevistado, un curioso par de calcetines que a buen seguro satisfarán el gusto por esta prenda de Izaguirre.
Sobre las veladas literarias
Desde marzo de 2017, un viernes al mes, un escritor español, de talla internacional, se ha acercado a la ciudad del Doncel para hablar de sus libros, en distendida tertulia literaria. Hasta la fecha, han formado parte de la iniciativa en la ciudad del Doncel, Juan Eslava Galán, Juan Gómez Jurado, Lorenzo Silva, Marta Robles, Javier Sierra, escritor que unos días después de protagonizar su velada seguntina se alzaba con el Premio Planeta, Santiago Posteguillo, que igualmente lo logró poco después, Carmen Posadas, Sonsoles Onega, Isabel San Sebastián, Federico Jiménez Losantos, Antonio Pérez Henares, Javier Marías, Rosa Montero y ahora Boris Izaguirre.