Una gran sinfonía de piano (en el disfraz de grupos) y una preciosa muñeca (en individual y parejas) fueron elegidos anoche los mejores disfraces de 2019 en el carnaval de Sigüenza. A diferencia del año pasado, en el que el frío daba para pocas alegrías en la calle, en la tarde de ayer el sonido de los tambores de la batukada Tacumbala, y la temperatura, que no bajó hasta entrada la noche, animaban al baile en la calle.
Más de doscientas personas de todas las edades (nueve disfraces individuales y de parejas y diez grupos) decidieron vestirse con variopintos y originales atuendos. Un año más, se hizo evidente el trabajo previo y lo bien que lo habían pasado creando los disfraces.
Fueron los integrantes del grupo 'Cuentos Infantiles' que ganó el año pasado el concurso disfrazados de quesitos, quienes recitaron unas coplillas compuestas para la ocasión.
Después del pregón, el sonido siempre impresionante de los tambores de la batukada, acompañó la celebración y el desfile por las calles de la ciudad. Partiendo de la Plaza Mayor, continuaron por Cardenal Mendoza, hasta la Plaza de don Hilario Yabén para, por la calle Valencia y de la Cruz Dorada, llegar al Polideportivo del Colegio San Antonio de Portaceli. De regular el tráfico y velar por la seguridad del desfile se encargó la Policía Local, Guardia Civil, además de los voluntarios de Protección Civil del municipio.
A las siete de la tarde, el desfile hacía su aparición en el Polideportivo del Colegio. Allí, y con Sonsoles Arcones, concejala de Cultura, como conductora del evento, comenzaban las actuaciones, primero de los disfraces individuales y en pareja. Y mientras Tacumbala elevaba la temperatura del pabellón con sus tambores, las gradas se llenaban de público. Aladín y su lámpara, Masha y el oso, Campanilla, una dama veneciana y su arlequín... Todos exhibieron sus atuendos en esta primera parte del concurso.
A continuación, llegó el momento de los grupos. Hubo hasta diez diferentes. Desfilaron al ritmo de los tambores, haciendo gala de un excelente humor en la puesta en escena. Hubo una versión de la gripe seguntina y sus remedios, de libros de cuentos infantiles, una sinfonía de pianos y sus teclados, patinadoras, una fantasía azteca con gigantes, un tiovivo seguntino por piezas, que funcionaba realmente, y hasta unos paquetes de caramelos. Después de que el jurado, integrado por representantes de diferentes asociaciones de la ciudad, deliberase, Sonsoles Arcones desveló los ganadores. En categoría individual y parejas, el premio fue para Olga Juanas, una preciosa muñeca seguntina.