GUADALAJARA

CeLA se queda definitivamente en La Alcarria

El hermano del Nobel, Jorge Cela Trulock, disertó ayer, con motivo de la apertura del Centro de Encuentro de Literatura y Arte (CeLA) en Almonacid de Zorita, una brillante conferencia sobre la exposición

Redacción | Domingo 24 de marzo de 2019

VER GALERÍA DE FOTOS

En la mañana de ayer, Jorge Cela Trulock, hermano del Nobel, Camilo José Cela, disertó una conferencia sobre 'Literatura y Arte' -nombre de la exposición que alberga ahora el Espacio cultural El Molino de Almonacid- con motivo de la apertura al público de Centro de Encuentro de Literatura y Arte (CeLA), ante más de un centenar de personas, que llenaron la gran sala de la nave central del edificio.

Antes de dar paso al ponente, la alcaldesa de Almonacid, Elena Gordon, como anfitriona del acto, afirmó que para la villa alcarreña, contar con esta primera exposición en el Centro CeLA “supone el inicio de un camino que, entre todos, debemos convertir en largo y provechoso”, puesto que se trata, según lo calificó la regidora, “de un recurso cultural importante para nuestro municipio”. Gordon aseguró que CeLA “se ha incorporado de manera natural a la historia de la vida almorcileña”, que “va a revitalizar figuras como la del poeta León Felipe”, de cuya presencia en Almonacid como boticario se cumplirá en breve el centenario, y que dará vida a uno de los edificios más importantes del patrimonio local, como es el Casón de los Condes de Saceda: “una vez rehabilitado albergará definitivamente el Espacio CeLA con infinidad de obras que no pueden verse ahora por falta de espacio”. Además, la alcaldesa recalcó la labor fundamental que deben llevar a cabo los vecinos y amigos de Almonacid: “divulgar y dinamizar la exposición, porque las instituciones ponemos los recursos, pero las personas, ponen el alma de los proyectos”.

Así, y tal como había anunciado en la visita guiada que se hizo para medios de comunicación el pasado miércoles, Gordon recalcó que esta primera exposición, 'Literatura y arte', se irá completando con la programación periódica de otras muestras temporales, y con actividades como conferencias o seminarios. La alcaldesa de Almonacid dio las gracias a Camilo Cela Conde, hijo del Nobel, y a la Fundación Charo y Camilo José Cela que preside, por pensar en Almonacid para la exposición, a la Diputación, y al equipo técnico de la Diputación, “y a mis compañeros, que han hecho posible esta maravillosa realidad.

En su charla, Jorge Cela Trulock, periodista y escritor, y primer secretario de la revista literaria 'Papeles de Son Armadans', cuyo primer número se publicó el 1 de abril de 1956, recordó aquellos tiempos, “hace sesenta años”, y habló también sobre el Camilo José Cela menos conocido. “Del Camilo que recordamos, e incluso admiramos, su estar en la vida fue enseguida complejo. Juventud difícil, poco previsible, entre mimos familiares, respuestas inverosímiles y estudios que no me atrevo a calificar. Quizá la lógica tan ausente, tan lejana al escritor, su carencia, le sirvieron de guía para dedicarse a esto de escribir”, afirmó Jorge Cela Trulock.

Leyó, a continuación, el trocito de El Viaje a La Alcarria que dice: “Pastrana recuerda, de una manera imprecisa, a Toledo y, algunas veces, a Santiago de Compostela. Con Toledo tiene puntos de contacto ciertos, evidentes: una callecita, un portal, una esquina, el color de una fachada, unas nubes. Con Santiago de Compostela tiene cierta vaga semejanza en el sentir. El viajero no sabe explicarlo de otra manera”, para afirmar, a continuación, que quizá ahora, el viajero lo esté explicando “levantando imposibles” en un lugar nacido para hablar “sobre la belleza de 'El Viaje a la Alcarria' y sobre la heroica de la creación de la revista 'Papeles de Son Armadans'”.

Así, mezclando prosa y poesía en su discurso, Jorge Cela dio más pinceladas, como las soberbias de autores soberbios que se pueden ver en la muestra, sobre la biografía literaria y personal del Nobel. Recordó al CJC pasa-apuros y luchador cuyo talento “salió de algún lugar de aquel niño difícil”. “Se echa novia, Charo, y con el cielo y la tierra se casa (…) Escribe 'La Familia de Pascual Duarte', que abrió el siglo XX de la novela, 'Pabellón de reposo' y 'El viaje a La Alcarria' y se va por las trochas de la poesía. Así, CJC va saliendo adelante”, resumió.

Pasan los años, y ya situado, un día pensó que una revista literaria “debía de ser, sin más argumentos”. Y así surgió 'Papeles de Son Armadans'. “Por esos caminos de lo casi imposible, apareció la revista”, dijo Cela Trulock. Le pronosticaron tres meses de vida, en una España pobre e inculta. Y sin embargo se publicó hasta precisamente el mes de marzo de 1979. “Todos los meses salía Papeles, y todos los meses llegaba la paga. Se hacía de todo, contestar cartas, corregir pruebas, opinar sobre textos literarios, poemas, ensayos, y publicar críticas que venían del cualquier lugar”, contó. Pronto se convirtió en la revista de mayor peso de la literatura en castellano. No existía departamento de Filología Hispánica de todas las universidades del Planeta que no estuviera suscrito.

También se refirió Jorge Cela a cómo esquivaba Camilo la censura franquista, aunque no siempre, pero sí con ciertos triunfos: “Conquistaba a todo el mundo, si se ponía a ello; Y conquistó el ambiente no sórdido, pero sí escaso, pequeño, de la censura. Y fue así como se colaron en la revista textos e imágenes que en la península no lo hubieran hecho”. Recordó Jorge Cela las firmas ilustres de creadores de prosa y verso, que pasaron por Papeles, incluidas las de muchos exiliados tras la Guerra Civil. Colaboraron escritores y artistas como Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Manuel Altolaguirre, Fernando Arrabal, Max Aub, Azorín, Américo Castro, Luis Cernuda, Gabriel Celaya, Gerardo Diego, León Felipe, Celso Emilio Ferreiro, Jaime Gil de Biedma, Jorge Guillén, Fernando Lázaro Carreter, Blas de Otero, Picasso, Emilio Prados, José Ángel Valente, María Zambrano, Alonso Zamora Vicente, y 1.048 autores más, como el norteamericano Anthony Kerrigan escritor casi español, traductor de los místicos, que acudía a una tertulia todos los martes a casa de Camilo José Cela, “y Robert Graves, que no andaba lejos”.

“Hace sesenta años, en tiempos del anterior régimen, 'Papeles de Son Armadans' era una luz, un pequeño manantial nacido de la cabeza de Camilo que hacíamos unos pocos colaboradores reunidos por las tardes, en aquella habitación de un piso semisótano con puerta y ventana a un patinillo con tendedero, gallinas y gallo, y un árbol algo disminuido. Se empezó a publicar, y se fue haciendo con paciencia y exigencia el volumen de cada mes. No fueron necesarios los héroes, pero sí la inteligencia la perseverancia y la fe. En aquella habitación, unas mesas, unas máquinas de escribir, ficheros y archivadores fueron suficientes. Seguro que los sueldos fueron exiguos, pero ayudaban a vivir, y la empresa en que estábamos metidos compensaba”, describió Cela Trulock. Contó el conferenciante detalles como que, después de escribir e imprimir la revista, “todos la metíamos en sobres y hacíamos las listas para correos” y que, en una ocasión, “el número se retrasó porque una vaca entró en la imprenta y complicó la marcha normal de la edición”. La revista se imprimía en un papel muy bonito, que le daba el aire de lo bien hecho. “'Papeles de Son Armadans' abrió muchos mundos en la cultura de aquellos tiempos, fue un faro que atrajo a intelectuales filósofos y artistas de la que seguro que todavía hoy podemos aprender”, añadió.

Quiso terminar su intervención Jorge Cela recordando algunas de las últimas líneas del Viaje a La Alcarria. “Enfrente de Zorita, al otro lado del río, se ven los restos de la ciudad visigoda de Recópolis, y en sentido contrario, sobre la carretera que va a Albalate, se adivina Almonacid de Zorita, el pueblo donde, hace ya más de un cuarto de siglo, estuvo de boticario el poeta León Felipe”, dice el libro, a lo que el hermano del Nobel añadió unos bellos versos del poeta boticario. Exiliado, también León Felipe escribió en la revista. “Ser en la vida romero, romero..., sólo romero. Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo, pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero”. ESCUCHAR CONFERENCIA COMPLETA

En la conferencia también estuvo presente Valentín García, secretario general de Política Lingüística de la Xunta de Galicia. “Como referencia de ese último tramo del viaje a La Alcarria, Cela ha hecho que muchas personas distantes tuviésemos contacto con La Alcarria, y que la hayamos podido conocer así por aproximación literaria”. El secretario general de Política Lingüística de la Xunta dijo que “en Galicia sabemos lo que puede dinamizar un camino, como el de Santiago, una ruta cultural, por lo que deseo que, al igual que nos ocurre a nosotros, la referencia del Viaje a La Alcarria atraiga a visitantes de todo el mundo, algo que compensará el esfuerzo de esta instalación, que sorprende por los fondos documentales y pictóricos que reúne y que, por supuesto, divulgaremos y apoyaremos desde el gobierno gallego para que todo el mundo sepa que Cela, nacido en Iria Flavia, tuvo en Guadalajara a sus amigos, su gente, su residencia, su corazón y que aquí, en Almonacid de Zorita, está buena parte de la presencia del Camilo que nos ilusionó a todos con su libro”.

Por su parte, Camilo Cela Conde, hijo del Nobel y presidente de la Fundación Cela-Conde comentó que si “Charo y Camilo José estuvieran vivos, sería un día importantísimo para ellos porque vive la vuelta definitiva de Camilo José a La Alcarria”, ese lugar por el que pasó dos veces, una siendo un desconocido y la segunda en loor de multitudes. “Esta tercera ocasión supone el desembarco definitivo de lo que supuso su obra, y de la manera en que su mujer contribuyó para que la llevase a cabo, en el que es el último de los lugares que menciona en el Viaje a La Alcarria. Sin embargo, el final de etapa y del libro, es ahora es un principio”, terminó, subrayando así las palabras de Elena Gordon. VER CAMILO JOSE CELA CONDE.

Por su parte, el presidente de la Diputación, José Manuel Latre alabó la colaboración institucional, el esfuerzo unánime de la corporación almorcileña, y de los técnicos de la Diputación, que unidos al de la Fundación Charo y Camilo José Cela, ha dado lugar a la exposición.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas