La madrugada del domingo 14 al lunes 15 de abril se estrenará la octava temporada de Juego de Tronos; un lanzamiento que ha mantenido en vilo durante meses a miles de espectadores de todo el mundo. La espera, sin embargo, promete haber valido la pena pues, según los comentarios de algunos de los actores, la nueva tanda de episodios volverá cargada de intriga y sensaciones fuertes.
Y dadas las aventuras, hazañas y desdichas a las que se han visto abocados muchos de sus protagonistas, el comparador de seguros Acierto.com, ha querido calcular qué seguro sería el más conveniente para cada uno. Su análisis, por desgracia, revela que serían los Stark los que más acabarían pagando por sus pólizas, y también los más perjudicados.
La familia preferida por un amplio número de espectadores podría haber tenido las cosas un poco más “fáciles” -teniendo en cuenta el contexto- de haber contado con determinadas pólizas. Por ejemplo, un seguro de vidaz no les habría venido nada mal teniendo en cuenta que Ned pierde la cabeza (literalmente) en la primera temporada, y que Catelyn y Rob son asesinados durante la Boda Roja de la tercera entrega.
Así, una póliza de vida -con Bran, Sansa, Rickon y Arya de beneficiarios- habría permitido a sus padres dejar cubiertas sus necesidades. El objetivo de estos seguros es proteger económicamente a los allegados del cliente si este fallece, sufre un accidente que le impide trabajar o similares. Aunque depende de las coberturas. Dado el desarrollo de los acontecimientos, lo más recomendable hubiera sido una póliza de vida lo más completa posible.
Si hablamos de estos personajes, el caso de Sansa merece especial atención: es violada y torturada brutalmente; y no solo eso, sino que presencia la muerte de su padre. Sin duda unas situaciones traumáticas que debería abordar con un psicólogo o psiquiatra. Contar con un seguro de salud le facilitaría el acceso a estos profesionales. Eso sí, tendría que revisar el condicionado, pues algunas aseguradoras establecen límites respecto del número de sesiones anuales.
A Arya, y dado que ahora es una asesina, no le habría ido mal un seguro para “profesión” de riesgo con coberturas ampliadas para el fallecimiento accidental, la invalidez permanente absoluta y la incapacidad permanente total. En cuanto a Bran, se queda paralítico cuando sorprende a Jaime y a Cersei Lannister manteniendo relaciones sexuales y este lo arroja al vacío. Un seguro de accidentes le hubiera resultado de gran ayuda, pues este incluye garantías de fallecimiento, invalidez absoluta y parcial, gran invalidez y subsidio diario por hospitalización.
En cualquier caso, el karma le acabó pasando factura a Jaime, que perdió la mano en la tercera temporada. La mejor espada de la Guardia Real tuvo que decirle adiós a una de sus mejores bazas y fuente de ingresos. En este caso, contar con un seguro de manos le habría permitido recibir una indemnización (en función del capital asegurado) por esta pérdida.
Los seguros de partes del cuerpo están pensados, de hecho, para personas cuya profesión y sustento depende directamente de este miembro. Para garantizar su nivel de vida en caso de siniestro. La cantidad que tendría que abonar por ellos, ahora bien, sería elevada, sobre todo dado el patrimonio y riquezas del caballero que “siempre paga sus deudas”.
Daenerys también debería asegurar sus dragones “como mascotas”, en especial después de que Viserion se haya pasado al lado oscuro y esté causando daños incalculables -tras derribar el muro-. Eso sí, el seguro no le costaría barato, pues tendría que declararlos como de raza potencialmente peligrosa. Además, es probable que tuviera un recargo del 20% por elevada siniestralidad.