GUADALAJARA

Denuncian que Page cierra más de 500 camas en verano en los hospitales de Castilla-La Mancha

SATSE denuncia que, en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, éstas se incrementarán aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes

Redacción | Lunes 01 de julio de 2019

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que el afán cortoplacista por ahorrar dinero ha vuelto a llevar a los distintos servicios de salud autonómicos a cerrar, al menos, 12.700 camas durante este verano, de ellas 509 en los hospitales de Castilla-La Mancha,lo que afectará negativamente a la seguridad y salud de los ciudadanos, así como de las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas.

Así, en Castilla-La Mancha se cierran 86 camas en los hospitales de la provincia de Albacete; 124 camas se cierran en los hospitales de la provincia de Ciudad Real; 75 camas se cierran en el Hospital de Guadalajara y 224 en los hospitales de la provincia de Toledo. Por el contrario, el Hospital de Cuenca no cierra camas este verano.

SATSE critica que las distintas administraciones sanitarias públicas utilicen todos los años como “chivo expiatorio” el argumento de que “la gente se va de vacaciones” para cerrar camas y servicios, además de no suplir adecuadamente a las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas en los centros, lo que conlleva un menor número de ellos para atender adecuadamente a pacientes y ciudadanos.

En este sentido, la organización sindical lamenta que, en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera, éstas se incrementan aún más al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes. “Seguir afirmando que no cierran camas sino que adecuan la oferta asistencial a la demanda o simplemente decir que no están cerradas sino ‘en reserva’ es un insulto a la inteligencia de cualquiera. Se trata, ni más ni menos, de ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanos”, apunta.

Otra consecuencia negativa del cierre de camas es la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, obligando a los profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello, como los pasillos. También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida.

“Los servicios sanitarios siguen sin querer entender que las personas no elijen la fecha del año en la que ponerse enfermas y en verano, como en cualquier otro momento, necesitan ser atendidos con la calidad y seguridad que se merecen”, apuntan desde el Sindicato.

De otro lado, SATSE recalca que las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas también se ven perjudicados por los recortes de verano al no sustituirse convenientemente a los profesionales que se van de vacaciones y tener, por tanto, que trabajar con una mayor sobrecarga laboral. La situación varía, según las comunidades autónomas, pero los porcentajes de contratación de suplencias de enfermeras y enfermeros en muchos centros sanitarios no llegan ni al 50 por ciento.

Los datos recopilados por la organización sindical en todos los servicios autonómicos de salud concluyen que se cerrarán, al menos, 12.700 camas en todo el Estado. Se trata de una cifra de “mínimos”, ya que determinadas gerencias se han negado a ofrecer a la organización sindical las cifras correspondientes a algunos centros hospitalarios para “ocultar su intencionalidad obsesiva con ahorrar a costa de los pacientes y ciudadanos”.

En concreto, en Andalucía el cierre de camas se estima en más de 1.800; en Extremadura, unas 370; en Asturias, más de 360; en Baleares, más de 120; en Euskadi, más de 730; en Murcia son más de 350 camas cerradas, en Madrid, más de 1.400, y en Castilla y León, más de 450 camas.

Por su parte, en la Rioja, son cerca de 50 las camas cerradas; en Navarra, más de 170; en Cantabria, más de 30; en Galicia, unas 900; en Aragón, alrededor de 500; en Cataluña, unas 1.900 y en la Comunidad Valenciana, las camas cerradas son en torno a 3.000.

Los “recortes” de verano también afectan a los centros de salud, ya que un alto porcentaje de ellos cierran sus puertas por las tardes, lo que supone un nuevo obstáculo para que el ciudadano reciba atención sanitaria cuando lo necesite, concluyen desde la organización sindical.


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