Redacción | Lunes 23 de diciembre de 2019
Las carnes, como muchos otros alimentos, son productos que pueden ser congelados manteniendo su óptima calidad, siempre y cuando sigamos unas pautas muy sencillas. En cualquier época del año es obligado vigilar en todo momento las condiciones de conservación en las que se encuentra el producto, pero ahora, en verano, es aún más importante velar por la continuidad de la cadena de frío. Y la congelación ocupa, sin duda, un lugar esencial en dicho proceso.
Cuando llenamos nuestra cesta de la compra y organizamos nuestra despensa, el congelar alimentos es una práctica que solemos hacer con mucha frecuencia y que nos permite optimizar recursos y presupuesto. Algo que es completamente seguro y recomendable de acuerdo con los pasos a seguir que te indicamos a continuación.
Cómo congelar la carne de manera óptima
Seguidamente te damos una serie de consejos para congelar correctamente los productos cárnicos. Son pautas muy básicas, pero pueden ser de mucha ayuda al respecto de algunas dudas recurrentes.
1. Si congelas, que sea en menos de tres días.
Desde el momento de la compra del producto, y evidentemente guardado en la nevera, es recomendable no dejar pasar más de 72 horas para consumirlo o congelarlo.
2. A 18 grados bajo cero.
Por norma general, los congeladores alcanzan una temperatura de -18ºC. Con esa temperatura podemos aumentar la vida útil de los productos cárnicos ya que se neutraliza la posibilidad de proliferación de bacterias.
3. Protege bien lo que congeles.
A no ser que el producto ya venga envasado al vacío, siempre es preferible que envuelvas tú mismo en bolsas herméticas o film transparente las piezas que vayas a congelar. Así la carne se conservará a salvo de cualquier efecto no deseado de la congelación (quemaduras, por ejemplo). Por cierto, cuando envuelvas el producto aprovecha para dividir en piezas no excesivamente grandes o directamente por raciones. Te darán mejor resultado y te serán más cómodas cuando decidas descongelar.
4. No te pases con el tiempo de congelación.
Aunque a la temperatura adecuada y sin ninguna interrupción en la cadena de frío todos los productos pueden aguantar muchísimo tiempo en el congelador, no es menos cierto que hay unos límites razonables para que las carnes conserven todas sus propiedades. No hay que alargar el período de congelación más allá de lo que marquen las especificaciones técnicas del frigorífico, arcón o congelador. Además, ten en cuenta que los periodos son más reducidos en el caso de la carne picada, unos dos meses.
Descongelar también tiene sus truquillos
Para terminar, quédate también con tres claves importantes a la hora de descongelar la carne. Consejos, que en general valen también para cualquier otro alimento.
1. Descongela lentamente.
Siempre es necesario que el proceso de descongelación se produzca de manera pausada y homogénea. Evita los cambios bruscos de temperatura y acostúmbrate a pasar al frigorífico aquello que saques del congelador. Sí, será necesario un poco de planificación pero el resultado será el adecuado.
2. No congeles lo que has descongelado.
Nunca congeles dos o más veces un mismo producto. Esta práctica contribuiría a un deterioro enorme de los tejidos de la carne, con la consiguiente merma de nutrientes y la creación de condiciones favorables a los microbios.
3. Listo para cocinar.
Por eso, cuando descongeles un producto cárnico, que sea para cocinarlo y comértelo al momento. Disfrutarás de un gran producto con todas sus cualidades organolépticas y nutricionales intactas.
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