Hay momentos a lo largo del año en los que el consumo de datos móviles se dispara. Cientos de mensajes de felicitación, memes navideños, videos gracioso y resúmenes del año. Todo el mundo inicia una frenética carrera por ser el primero el felicitar a sus contactos, por enviar el chiste más gracioso o la felicitación más simpática.
La Navidad supone un ejercicio de supervivencia para todos los usuarios, que no saben cómo estirar hasta el ansiado día 8 de enero los GB de su tarifa. No es raro que aprovechemos cualquier momento para conectar nuestro teléfono a la primera WIFI gratis que encontremos.
Un punto de acceso Wifi gratuito es muy atractivo para los consumidores, y por eso es muy atractivo para los hackers, sobre todo, aquellos puntos de acceso que no requieren de autenticación para conectarse. Estos puntos de acceso son los más peligrosos porque permiten un acceso total a cualquier hacker, a todos los dispositivos conectados a la red.
El objetivo de un hacker cuando accede a una red Wifi puede ser tanto de robo de información como control de dispositivos. El control de los dispositivos ofrece un nuevo foco de mercado a los avispados hackers que pueden introducir en nuestro smartphone o tableta un malware que domine y controle nuestro dispositivo para cualquier fin que el hacker desee.
Los riesgos de acceso a las Wifi públicas según la oficina de seguridad de internauta pueden ser muy diversos:
- Robo de datos, ya sean datos que trasmitimos en ese mismo momento, como los datos que tenemos almacenados en el dispositivo. Un hacker puede tener acceso a nuestra sesión de inicio del banco y tener desde ese mismo instante nuestra clave del banco, Paypal o cualquier método de pago.
- Infección de los dispositivos.
- Equipos intermediarios malintencionados.
El aumento de los riesgos en los accesos a redes públicas no significa que debas evitarlas, tan sólo debemos tomar unas cuantas precauciones para mantener seguro nuestro dispositivo y con ello toda la información.
La primera medida es evitar las redes públicas no confiables. Debemos dudar de cualquier conexión “extraña” en una zona pública, y para ello, lo mejor es PREGUNTAR por la clave de la Wifi
Intentar evitar compras, acceder al banco o cualquier otra acción en la que trabajemos con información “comprometida”.
Priorizar el acceso a páginas web “seguras”. Desconfiar siempre de aquellas webs que no tengan protocolo https. El propio navegador nos avisará de esta situación.
Mantener nuestro equipo siempre actualizado. Este sencillo paso conseguirá que nuestro sistema esté protegido frente a los nuevos peligros.
incorporar un sistema de seguridad, un buen antivirus en nuestro dispositivo.
El acceso a la mayoría de las redes públicas es seguro y fiable, y sólo debemos mantener una actitud previsora y estar atentos a unos sencillos pasos, para tener experiencias satisfactorias. De esta forma estarás prevenido ante cualquier intento de ataque.