La tranquilidad del Quabit pasa por una victoria en Santander

Nos adentramos en una nueva jornada de la Liga Sacyr ASOBAL y ya es la número 19, en la que el Quabit BM Guadalajara se desplaza de nuevo a Santander para medirse al Linberbank Cantabria Sinfín, equipo que le apeara de la Copa del Rey a finales del año pasado.

Para los morados no hay tiempo para la euforia tras la última victoria en casa, pues esta competición requiere pasar página cuanto antes y centrarse en el siguiente encuentro liguero como así lo hacen ya los pupilos de Mariano Ortega.

El entrenador de los morados reconoce las luces y las sombras de su equipo en la última jornada en casa, ya que si bien el Quabit arrancó el partido como un obús con una gran concentración y trabajando bien en todas las líneas, el BM Nava llegó a empatar casi en el último minuto un choque que iba perdiendo por una amplia diferencia.

Para este partido, Ortega espera que su equipo consiga mantener la concentración y gran nivel de juego que pudimos disfrutar en el David Santamaría «las victorias traen alegría y tranquilidad pero somos autocríticos e intentamos mejorar cada entrenamiento y cada día».

Uno de los temas que consultaban periodistas y se pregunta la afición es por qué el cuadro alcarreño llega al tramo final de los partidos a un nivel más bajo que al principio de los mismos. Para el míster de los morados esto tiene una explicación diferente a la que se producía en la primera vuelta «ahora varía con respecto al principio. Al principio teníamos conceptos técnicos y tácticos sin asimilar y perdíamos el control. En esta segunda vuelta, a partir de la lesión de Chema, las rotaciones del equipo nos hacen llegar al final con las fuerzas más justas, aunque el equipo sigue concentrado y pendiente de cada situación. Debemos, en esos tramos que no estamos tan bien físicamente, trabajar en equipo y evitar los errores».

Liberbank Cantabria es un equipo bien conocido por el Quabit, pues será la cuarta vez que se enfrentan este año «juegan en casa donde todo el mundo da un plus. Es un equipo muy asociativo, muy junto en todas las líneas y tienen una gran capacidad de lanzamiento exterior con los centrales-laterales que juegan entre líneas. Es muy competitivo y tenemos que hacer nuestro partido y estar bien en todas las fases del juego».

Saeid Barkhordari está siendo uno de los grandes protagonistas esta temporada. El guardameta iraní dibuja impresionantes paradas cada jornada y regala todo un espectáculo, no solo deportivo sino también alentando a la afición de su pista para que animen al equipo, algo que ha calado hondo en el corazón de la afición alcarreña para quienes ya es uno de sus favoritos «a mi me gusta mucho cuando hay un gran ambiente, ayuda mucho el apoyo de la afición, necesitamos el ruido del público sobre todo en los últimos minutos del partido, es clave». Ese ambiente sin duda jugará en contra de los alcarreños en Santander. Saeid conoce bien la zona cántabra de nuestro país, ya que militó en las filas del Santoña y considera su estancia allí como una estancia en «el paraíso».

Concentrado ya en este partido frente a Sinfín, espera que el equipo sea capaz de alcanzar el nivel del último partido y traerse los dos puntos de La Albericia «ahora estamos en mejor forma que nuestro último enfrentamiento, estamos mucho mejor en defensa y tenemos que estar concentrados y no cometer los errores que tuvimos contra Nava. En estos partidos tan igualados estos pequeños errores individuales pueden costar caros». Saeid está muy contento con el rendimiento de la portería alcarreña este año, tanto por su parte como por la de su compañero Jota Hombrados «yo quiero aprovechar cada minuto que tenga, sea uno o sesenta, me da igual si juega Jota o yo, lo que queremos es ayudar al equipo y creo que este año lo estamos haciendo muy bien».

El partido es el sábado 29 de febrero a las 18:00h en La Albericia. El equipo al completo se desplaza mañana hacia Santander y Mariano Ortega puede disponer de la plantilla al completo, al estar ya todos los jugadores recuperados de las molestias típicas tras el último partido de liga.